Capítulo 11

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Narra Harrison.

Estaba acostumbrándome a no verla seguido por la casa.

Básicamente parecía que se escondía de mi. Bien, en algún momento nos veríamos, no es como si fuera a perseguirla.

De todas formas, distancia entre nosotros era lo que necesitaba y probablemente yo no la tomaría, asique dejaré que lo haga ella.

No estaba en mis planes besarla, ni nada por el estilo. Considero a Chad mi amigo realmente y se siente como la mierda haberlo hecho.

Es solo que cuando estoy con ella no puedo evitarlo...

Me divierte hacerla enojar y aún más me divierte las actitudes que tiene conmigo, ella quiere parecer fuerte y determinada, quiere dejarme en claro que tiene carácter pero siempre termina siendo débil, es como... Una gatita.

No es que me guste, ella no me gusta.

Solamente me interesa, de alguna forma extraña que aún no entiendo siempre se queda con mi atención y termino deseando hacer estupideces.

Carajo.

~

Es de noche y aún no ha bajado, o tal vez sí pero no la vi.

Bueno, será otra noche tranquila para mi.

Luego de prepararme un sandwich, subo a mi habitación, me acuesto y prendo la tv.

Busco alguna película para ver y me preraro para relajarme.

Hasta que siento mi telefono sonar. ¿Ahora quién mierda puede ser?

—¡Hola, sé que me reprenderás por esto pero te necesito! —Oigo la voz de Destiny y suena como si estuviera ebria.

¿Reprenderla? ¿Quien creía que era? ¿Su padre?

—¿Qué carajos? —Respondo mientras voy a toda prisa a su habitación y veo que no está. —¿A donde te fuiste? ¿Dónde diablos estás? —Pregunto molesto.

—¡Me-me escapé! —Habla riendose. —¡Ahora ya lo sabes! —La escucho arrastrar cada letra que pronuncia.

Sí, está jodidamente borracha.

—Voy para allá. —Digo preocupado y en menos de un minuto ya estoy en el auto.

—¿Cómo sabes donde estoy? ¡Si no te dije nada! ¿O si te dije? —Se rie. —No lo recuerdo. Es una casa en una fiesta. —Hace una pausa riendo. —Digo, una fiesta en una casa.

No necesito preguntarle donde es porque su padre hizo ponerle un localizador en su teléfono por si algo pasaba.

Al ser soy yo quién debe cuidarla, obviamente tengo los datos por seguridad.

Y menos mal, porque si dependiera de ella para saber donde debo ir jamás lo sabría. Se oía fatal.

—¿Con quién estás? —Sigo hablándole mientras voy hacia el lugar.

—¡Sola! ¡Bueno, no es cierto! ¡Un chico me encerró en la habitación y quería besarme pero me metí en el baño! ¡Desde entonces estoy aquí solita, solita!

—¿Entonces estás en el baño? —Indago.

—¡Si! ¡Ven ya, superman! ¡Quiero irme y no me deja salir! ¿Porqué no me deja irme de la habitación? —La oigo quejarse.

Maldición, quería matarla por escaparse así como si tuviera quince años, y al mismo tiempo quería matar al que supuestamente no la dejaba salir.

Llego a la maldita casa y está lleno de gente descontrolada, las chicas se me tiran encima como si fueran prostitutas pero sin cobrar.

ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora