ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***

Capítulo 86

Narra Destiny.

La boda de mi padre fue linda hasta que tuve que salirme de ahí para traer a Harrison y acostarlo como si fuera un bebé.

Se había puesto demasiado pesado con Chad, cuando yo no iba a hacer nada con él.

En realidad, no me interesaba tener nada con nadie.

Si lo hice fue por puro despecho, esperando generarle algo al idiota de Harrison, lo cual no salio como esperaba.

Bueno, nada de este viaje salió como esperaba, solo tengo ganas de volver a casa y olvidarlo todo...

¿Todavía estará durmiendo?

Harrison viene todas las mañanas a ver a Chase a primera hora, todos los días excepto hoy.

Todavía debe durarle la borrachera.

Le di el desayuno a Chase y lo alisté para que se vaya con Laura, en un rato volveré por él para llevarlo a la playa.

Ahora quiero ir a que me hagan unos masajes, ya se termina el viaje y quiero disfrutar lo poco que queda.

Laura se va con Chase y yo camino hacia donde queda el spa, iba sumida mis pensamientos cuando de repente alguien me jala del brazo bruscamente.

-¡Pero qué! -Me sobresalto y volteo asustada. -¿Qué quieres, Harrison? -Lo miro molesta.

-Tienes que venir conmigo. -Dice con apuro.

-¿A donde? -Pregunto.

-Solo ven. -Contesta llevándome del brazo como si fuera una niñita.

¿A donde quiere ir con tanta prisa?

Después de caminar y caminar y caminar llegamos a una pequeña cabañita que tenía una hermosa vista hacia la playa.

-¿Qué hacemos en este lugar? -Pregunto desconcertada.

-Nada. -Responde simplemente. -Necesitaba hablar contigo.

-¿Hablar de qué? No creo que tengamos mucho de que hablar. -Digo molesta.

-Esta mañana desperté y lo pensé, no podemos seguir más así. -Habla con seriedad.

-¿Aún estás ebrio? -Pregunto porque no entiendo nada.

-No estoy ebrio, estoy cansado, cansado de estos juegos, donde siempre uno es el que persigue y el otro escapa. -Remueve su cabello con nerviosismo y hace una pausa. -Siempre te pido lo mismo, pero necesito que lo hagas en verdad. Que me digas la verdad es lo único que te pido. Si dices que no, no te molestaré nunca más, te lo juro por nuestro hijo... -Me mira fijamente y se acerca suavemente. -¿Sientes algo por mi?

Lo primero que quería decirle era que no, aunque fuera mentira.

No quería decirle lo que él quería escuchar porque tenía miedo.

Miedo de mostrarle mis sentimientos y que sea en vano.

Estoy a punto de responderle lo mismo de siempre, que no, que no me interesa, pero luego recordé que dijo que al decirle eso no insistirá nunca más.

Y eso significaría decirle adiós a toda esperanza de estar con él.

-Harrison... -Busco una manera de evadir el tema.

El se acerca más, quedando a escasos centímetros y viéndome más profundamente. -Te hice una pregunta muy simple, sí o no. ¿Todavía me quieres? -Vuelve a preguntar.

Un nudo se forma en mi garganta mientras mis mejillas toman color con rapidez. -Sí. -Respondo avergonzada.

-¿Sí? ¿Sí qué? Dime todo de una jodida vez.