ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***

Capítulo 20

Narra Destiny

Me estiro en la cama como cada mañana, mientras intento despertarme del todo...

Reacciono al recordar que no estoy sola y que tengo a alguien abrazado a mi cintura. Y ese alguien se ve estupendamente bueno.

Está completamente dormido con su torso desnudo y destapado, su brazo está rodeándome y yo me estoy derritiendo mientras lo veo así.

Su cabello negro todo alborotado junto a su cara de dormido me hace dar ganas de comérmelo a besos. Me doy el gusto de quedarme mirándolo por unos instantes, se ve demasiado perfecto.

Después de estar como tonta viéndolo como acosadora, hago el intento de quitar su brazo de encima mío para poder levantarme y comienzo a salir de la cama suavemente para no despertarlo. 

Pero en cuanto pongo mi otro pie en el suelo, el me sujeta nuevamente tirándose aún más encima de mi.

—No. No te vayas. —Dice con voz rasposa mientras esconde su cabeza en mi cuello.

—Harrison, déjame levantar. —Contesto riéndome y acariciando su cabello.

—No, quiero que te quedes conmigo así. —Se queja. —Quiero congelar este momento.

—Quiero ir al baño nada más, exagerado.

—Mmmm. —Sigue quejándose y me suelta.

Al volver a mi habitación veo que el aun sigue muy cómodo en mi cama.

Me acuesto nuevamente a su lado y el gira su cara para mirarme. Nos quedamos en silencio un rato viéndonos, como si estuviéramos observando detenidamente cada facción el uno del otro.

 Siento como si estuviera descubriendo por primera vez algo fascinante, como si disfrutara de la obra de arte más linda del mundo. Carajo, me siento hechizada ante sus ojos grises.

—¿Qué tienes, que me haces? —Dice repentinamente.

—¿Ah? ¿De que hablas? —Pregunto dejando de lado mis pensamientos.

—No sé que hiciste. —Sonríe negando.

—No entiendo nada. —Digo desorientada.

—No entiendo como hiciste para quedarte clavada aquí —Señala su frente. —Desde el primer día que te vi.

—Creo que es porque soy tan linda que no pudiste resistirte a mis encantos. —Respondo haciéndome la interesante y el me golpea suavemente con el codo.

—Hablo en serio... Nunca sentí este tipo de atracción por nadie. —Habla serio y dejo de bromear para prestarle atención.

—No sé, es raro. Tampoco entiendo porqué me gustas tanto... —El sonríe ante mi comentario y se abalanza sobre mi a darme besos por todos lados por un buen rato.

—No crees que... — Hablo deteniendo su ataque de besos.

—¿Que? —Levanta la vista para verme.

—Debería terminar con Chad. —Propongo.

— ¿En serio? —Responde de mala forma, y su semblante cambia por completo.

—¿Que? ¿Te parece mal? ¿No se supone que tu principalmente deberías querer eso?

Harrison se levanta de la cama y comienza a vestirse.

—¿Piensas dejarlo por mi? — Pregunta con seriedad.

—Sí, en gran parte es por ti, porque no puedo seguir engañándolo y porque no puedo estar con el teniéndote a ti en mi cabeza. —Respondo determinada. Harrison niega y luego se apoya en la pared mientras pone una mano en su frente con pesadez.