Capítulo 36

8K 429 18
                                    

Llegamos a mi departamento y le digo que puede dormir en mi cama...

Mientras que yo dormiré en el sofá.

—Harrison ¿puedo darme un baño? —Pregunta con pena.

—Es todo tuyo...

—Y... ¿Me prestas algo de ropa?

—Verás... Ropa de mujer no tengo.

Ella sonríe. —Idiota, te digo en serio.

—Saca de mi closet lo que te sirva, no es como si no nos tuviésemos confianza. —Le hago saber y ella se ruboriza.

Extrañaba ver esa carita toda colorada de vergüenza.

Estoy sentado en el sofá con un vaso de licor en mi mano...
Algunos hábitos no se pierden del todo, no tomo tanto como antes ni tampoco todos los días, pero cada tanto sí lo necesito.

Siento una puerta cerrarse y una Destiny con una remera negra que le queda como vestido se acerca a la sala, se sienta junto a mi y mira mi vaso.

—¿Sigues tomando como antes? —Indaga.

—No. Solo es ocasional. —Contesto con sinceridad.

—¿Y porque en esta ocasión?

—No sé... Supongo que fue una noche inesperada.

—Si... —Nos quedamos en silencio. —¿Me sirves uno también? —Pide y asiento sorprendido porque ella no tomaba licor.

Ella comienza a beber haciéndome compañía, y al cabo de un rato no puedo dejar de mirarla.

Me odio porque se suponía que al volver a verla yo actuaría indiferente, la ignoraría y haría que sienta mi frialdad, pero nada de eso pasó, fue todo lo contrario.

Nada más al verla ya sentí como mi cuerpo quería correr a abrazarla.

No podía controlarme para no mirar en su dirección, justo como en este momento.

Causa en mi un efecto taaan raro, parecido al de los imanes, tenemos un magnetismo extraño del cual todavía sigo asombrado.
    
—Perdón. —Suelta de la nada.

—¿Ah? —Salgo de mis pensamientos.

—Perdón, por haber soltado lo nuestro así sin más.

Río ante su disculpa. —Yo te engañé, fui un idiota, hiciste lo que cualquiera haría.

—Pero te amaba, te amaba mucho. No debió ser así.

—Supongo que no. —Contesto sin saber qué más decirle.

Seguimos tomando, con un poco de moderación, mientras hablabamos de todo con sinceridad y por primera vez en mucho tiempo me sentí cómodo siendo sincero con alguien.

Esta era la primera vez que yo le contaba todo de mí.
Antes estuvimos juntos y no conocía ni la mitad de mi, ahora eramos nada y le estaba diciendo todo.

Nada era como debía ser.

—Sigues teniendo tu ropa de chico misterioso. —señala la remera que lleva puesta.

—¿Pensabas que ahora tendría gustos como los de Chad o Connor? Nah, sigo siendo el mismo de antes, pero ahora tengo que mantener cierta imagen. —Respondo y ella sonríe viéndome.

—Puedes dormir conmigo. —Suelta de la nada.

—¿Qué? ¿Porqué dices eso? —Pregunto atónito.

—¡No! No pienses mal... Lo digo por qué es incómodo dormir aquí... O bueno, si quieres duermo yo aquí y tu duerme en tu cama, no me importa eso. —Propone.

ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora