ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***

Capítulo 7

No puede ser que sea él.

Harrison.

El maldito Harrison.

—Señor. —Saluda a papá moviendo su cabeza y luego me ve serio. —Hola.

Yo me niego a querer saludarlo, así que no le respondo.

—Destiny, no seas grosera. —Reprocha mi padre molesto.

—Hola, Harrison. —Respondo con mala gana.

Mi padre me mira sorprendido y luego a él. —¿Ustedes ya se conocen?

—Sí papá, es amigo de Chad. —Digo blanqueando mis ojos.

Papá sonríe. —Si fue el padre de Chad quien me lo recomendó pero no me mencionó eso, bueno, perfecto entonces... Cambia esa cara ¿qué podría ser mejor que un amigo que te cuide? —Finaliza y nos deja solos.

—Ja, sí, muy amigo. —Musito entre dientes.

—¿Sorprendida? —Pregunta Harrison como si nada.

Lo observo un rato y sin darle importancia a su pregunta. —¿Por qué aceptaste trabajar en esto si sabías perfectamente que era para mí?

—¿Para ti? —Cuestiona mientras mira hacia el interior de mi casa. —No, yo acepté trabajar para tu padre. —Responde adentrándose.

—¿A donde crees que vas? —Espeto siguiéndolo con la mirada.

—Recorro mi lugar de trabajo y mi nuevo hospedaje.

—¿Hospedaje? —Indago.

—Debo cuidarte... Día y noche... ¿Dónde crees que me voy a quedar? —Sonríe ladino. —Ahora viviremos juntos. —Levanta sus manos como restándole importancia.

~

Intentando no toparme con él preferí salir al jardín y me senté en un columpio que tengo desde pequeña.

Y todo iba bien, hasta que noté que estaba acercándose a mi.

Pero se quedó a cierta distancia... No venía, no se iba, solo miraba.

—¡¿Qué tanto miras?! —Grito con fastidio.

El comienza a acercarse. —¿Por qué gritas?

—Porque me molestas, deja de estar viéndome, acosador.

El sonríe. —¿Aún no te enteras? Verte es mi trabajo.

—¿Ahora ver mujeres es un trabajo?

—Me gusta ver mujeres, eso lo hago por puro gusto.

—Ugh.

—Pero esto es diferente, tranquila. —Habla calmado.

—¿Diferente? —Pregunto.

El saca un cigarro y lo prende. —Me gusta ver mujeres, no niñas.

—¿Me estás diciendo niña? —Suelto mientras con mi mano trato de alejar el humo de mi.

—Es lo que eres.

Sonrío falsamente. —Perdona, señor Dinosaurio. Quizás seas pedófilo, asique mejor mantén tu distancia. —Digo alejándome de él.

—No eres mi tipo, cálmate. —Logro escucharlo antes de desaparecer de su vista. —Nunca me fijaría en ti.

¿Ya dije que lo odio?

Bueno, lo odio.

~

Busco a mi padre por toda la casa para terminar con esta tortura ahora mismo.