Encantada de conocerte

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Martes, 16 de noviembre de 2021

"Llego temprano a la oficina para corroborar que todo está listo para el arduo día de trabajo que tendremos.

De repente escucho varias voces entrando a la oficina. Miro el reloj de pared que me señala las ocho horas con cuarenta minutos, es demasiado temprano como para que nuestros invitados ya estén ahí.

Cuando los veo entrar, me paro de prisa de mi silla para recibirlos. Entonces él aparece primero y me congelo. Cordialmente se presenta y yo solo puedo decir un simple hola, aunque en mi mente resonaba contestar que en realidad estaba encantada de conocerlo.

Todavía cautivada por aquel hombre de tez morena medio reacciono y les indico el lugar en donde podrán instalarse para trabajar durante la semana. Él asiente y con su equipo de trabajo se acomodan en la sala de juntas.

Corro hacia mi escritorio para mandar un mensaje urgente a mi jefa para avisarle que ellos ya están en la oficina. Mientras trato de escribir el mensaje, mis dedos tiemblan, aún sigo conmocionada por él y sigue sonando en mi cabeza: Encantada de conocerte.

Respiro varias veces para tranquilizarme, todavía no tenía ni cinco minutos él ahí y ya había puesto mi mundo de cabeza. Cuando por fin mi mente empieza a dejar de dar vueltas lo escucho hablándome. Nuevamente me pongo nerviosa y trato de poner atención a lo que me pide. Cuando termina estoy a punto de contestar que estaba encantada de conocerlo, sin embargo a último momento rectifico mi pensamiento y respondo las palabras adecuadas a lo que acaba de pedirme. Él agradece y entra en la sala de juntas.

Hablo por teléfono para pedir lo que él necesita y cierro los ojos por un segundo. Como flashazo recuerdo que yo no me había presentado ante los invitados. Respiro hondo y me dirijo hacia ellos para hacer lo que debía decir en el primer minuto en que ellos habían entrado a la oficina, y que había olvidado hacer debido a la conmoción que había sufrido al verlo.

Me asomo un poco por la puerta y le comento a ese dios que me vuelve loca que pronto vendrán a instalarle lo que pidió y con una disculpa primero, me presento ante los invitados mirándolo de reojo. Todos incluyéndolo a él responden que es un gusto conocerme y yo solo puedo mirarlo y pensar que yo estaba encantada por conocerlo.

Me retiro de la sala de juntas antes de que él pueda ver mi rostro sonrojado y me siento por un momento para tratar de contener el latido frenético de mi corazón. Sonrío como tonta feliz de que él esté a unos cuantos metros de mí, pero sobre todo conteniendo en la garganta la respuesta para su presentación, que estaba encantada de conocerlo."

A.K. 

Bitácora de recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora