Mi droga

2 0 0
                                    


Viernes, 19 de enero de 2024

"Mi alarma suena diez minutos antes de las nueve de la mañana. Medio despierto y la pospongo por otros diez minutos. Sin darme cuenta el tiempo pasa rápido y vuelve a sonar, avisándome de que es momento de levantarme. Así que por fin le hago caso, y comienzo a arreglarme.

Me dirijo hacia la cocina para prepararme una taza de café, y corro hacia el estudio como desesperada porque se me hace tarde para mi cita de las nueve y media.

Con manos temblorosas y con el corazón acelerado, preparo todo para mi sesión de videollamada. Mientras espero a que me acepten en la reunión, sigo temblando. Entonces me doy cuenta de que parezco una adicta, ansiosa de una nueva dosis.

Sonrío para mí misma, no puedo creer que mi droga sea aquel hombre de tez morena, al que espero agonizantemente cada viernes, para un nuevo suministro de dosis.

Luego de varios minutos, por fin entro en la sala de reunión, y la voz que tanto añoro se escucha por el altavoz de mi computadora dándome los buenos días, y pronunciando mi nombre alegremente. Con mis dedos temblando, me acerco al teclado para regresarle el saludo, y respiro profundamente al ver mi respuesta en el chat.

Cualquiera que me viera en esos momentos, creería que me encuentro completamente loca. Y es cierto, estoy completamente demente por aquel gitano que me hace suspirar con tan sólo oír el sonido de su voz. Que me hace soñar en cuanto aparece su fisonomía en la pantalla de mi ordenador. Y entonces esa hora y media de charla es sagrada para mí, de la que no quiero que nadie me moleste, porque únicamente quiero prestar atención a lo que dice, y en observar cada uno de sus movimientos que hace a través de su cámara.

Porque sin lugar a dudas, la mejor droga de este mundo para mí es él, y solamente él."

A.K.

Bitácora de recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora