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Miércoles, 23 de marzo de 2022

"Estoy como tonta mirando toda sonriente al celular. Por más que trato de no entrar a nuestra conversación es difícil dominar ese impulso. Me regaño mentalmente diciendo que aquella plática no tiene nada de especial, sin embargo no puedo dejar de leer el par de palabras que hemos compartido.

Suspiro recordando el momento en que te envié el primer mensaje, en cómo yo toda nerviosa tardé muchísimo en escribirlo, otro tanto revisándolo y un poco más en mandarlo. Cuando vi en la pantalla de mi celular tu nombre notificándome la respuesta, mis manos temblaron y una sonrisa apareció de oreja a oreja. No puedo negar que tu nombre se ve hermoso en las notificaciones de mi celular.

Desde entonces he estado como una loca obsesiva revisando aquella pequeña charla que sostuvimos. Cada vez que lo hago, algo me impulsa a escribirte otro mensaje, no obstante mi parte racional me ordena que no lo haga y desisto de mi intensión. A pesar de ello me he encomendado encontrar la excusa perfecta para hacerlo y quizás aquel mensaje de texto se convierta en algo más."

A.K.

Bitácora de recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora