Llévame contigo

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Domingo, 13 de marzo de 2022

"Estoy aquí parada en medio del aeropuerto conteniendo las lágrimas que quieren escaparse de mis ojos. Respiro profundamente mientras sigo observando el camino en donde te vi por última vez antes de subir a aquel avión que te llevó lejos de mí.

Hace ya unas cuantas horas que has partido y yo sigo ahí plantada sin poder moverme, por más que he tratado de obligar a mis pies para que salgamos corriendo antes de que me convierta en un mar inconsolable, ellos se han entercado por permanecer en ese lugar, quizás con la esperanza de que por obra de un milagro tú regreses entre tus pasos, de que vuelvas a mí.

Aquella tarde que te acompañé para despedirme de ti jamás había pensado que me sentiría de aquella manera. Claro que sabía que me dolería tu partida, sin embargo lo que estaba sintiendo en ese momento era mucho más desgarrador que lo que había esperado.

Maldije para mí misma, si hubiera sabido lo que ahora sabía, quizás no me hubiera comportado tan indiferente, tan fría contigo, no obstante ahí estaba yo queriendo regresar el tiempo para cambiar todo y tal vez hacer que te quedaras conmigo.

Todavía no llevaba ni medio día sin ti y ya te extrañaba como a nadie. Supongo que a estas horas de la noche ya has llegado a tu destino y que la Ciudad de México te recibió con sus monumentales edificios mientras yo sigo pensando en todo lo que hubiera hecho o dicho para cambiar nuestra despedida.

Sé que no llevábamos mucho tiempo juntos, a pesar de ello sé perfectamente que entre los dos hay algo que nos une, un hilo rojo que nos juntó como en un cuento de hadas y que tal vez nosotros, o para ser más exacta yo me encargué de enredar.

Justamente cuando yo ya estaba tirando todos los muros que había construido, cuando por fin había bajado la guardia, tú decidiste rendirte y yo no supe qué hacer para que retrocedieras de tu decisión. Cerré los ojos y pensé que esta forma era una muy cruel de enamorarme porque yo estaba muriendo por ti y tú ya estabas a miles de kilómetros de distancia.

Abrí los ojos y con mi corazón roto me forcé a alejarme de ahí, con dificultad mis piernas me respondieron y me dirigí hacia la salida. Mientras iba en el taxi que me llevaba hacia una casa vacía pensé que ni todos los taxis del mundo podrían traerte de vuelta.

El ruido de la puerta de la casa me anunció que nadie correría hasta ella para darme la bienvenida, me detuve en medio de la sala y el silencio me aterrorizó, ¿cómo era posible que en tan poco tiempo tú habías transformado aquel lugar en un hogar cálido y feliz?

Envuelta en la más profunda soledad ya no pude más y dejé correr todas aquellas lágrimas que me había empeñado en no dejar fluir. Y fue en ese preciso momento en que desee desde lo más profundo de mi corazón que me hubieras llevado contigo."

K. 

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