Bitácora de recuerdos

Perdición

Sábado, 28 de marzo de 2021

"Dicen que en este mundo todos tenemos a una persona que se convierte en nuestro punto débil, en tu perdición... y yo lo había comprobado.

Hacía más de diez años en los que había conocido a aquel nombre que acabaría con mi vida, que arrasaría en forma de tsunami con todo a mi alrededor.

El día en que lo había conocido se había presentado como un maravilloso ángel, sin saber que con el tiempo se convertiría en el mismo diablo. Yo estaba tan hechizada con su encanto que no me daba cuenta que lo que me atraía hacia él era esa estrategia que los depredadores tienen para cazar a su presa.

Todos me habían advertido que él no era lo que yo creía, pero su amor era como un dulce veneno que me tenía cegada por completo, cuando por fin había podido abrir los ojos, el ángel ya se había quitado sus rasgos celestiales para mostrarme su rostro de demonio que me sucumbía.

No pude ver el momento en que caía al fondo del abismo hasta que el golpe estrepitoso me anunció de mi error. Ya había sido demasiado tarde para tratar de volver atrás, ahora lo que tenía que hacer era librarme de los hilos de marioneta que él me había puesto para controlarme a su antojo.

Durante aquellos diez años había tropezado como mil veces con la misma piedra, nadie podía creer como yo era capaz de seguir creyendo en sus mentiras, como podía continuar suponiendo que realmente me amaba después de todo lo que me había dicho y hecho. Por diez largos y eternos años estuve prisionera en una relación tóxica en donde yo era mi propia juez, verdugo y carcelera.

Ahora que estoy tirada sobre el frío, sucio y mojado piso del precipicio desangrándome, rezo con todas las fuerzas de mi corazón, por un milagro que me haga salir de aquel lugar y esta vez para siempre."

K.