Bitácora de recuerdos

Rota

Jueves, 02 de mayo de 2024

"Camino por las calles de la ciudad sola. Una sonrisa ilumina mi rostro, sin embargo, detrás de ella se encuentra algo más. Saludo cordialmente a todos a mi paso. Cualquier persona pensará que soy una chica feliz, no obstante, no saben lo alejados que están de la realidad.

Durante todo el día muestro una faceta casi perfecta, como si en mi vida no sucediera nada malo, aun así, cuando llego a casa, en cuanto cierro la puerta y me refugio en las paredes de mi hogar, aquella sonrisa desaparece, y me sobo un poco la mandíbula que está cansada de fingir algo que no representa. Aviento todo al sofá y me siento por unos momentos con los ojos cerrados.

Respiro hondo varias veces, siento lo desgastada que estoy por dentro y pienso en lo difícil que se está volviendo actuar ante los demás. Unas cuantas lágrimas salen sin permiso de mis ojos, que curiosamente son lo único verdadero que refleja mi sentir.

Rota, así es como realmente estoy. Mi ser se ha dividido en miles de pedazos que hasta el momento han sido imposibles de pegar. Pongo mi mano sobre el pecho a la altura del corazón y a través de la ropa siento esa cicatriz que me dejará marcada de por vida, mi letra escarlata personal.

Y entonces entiendo que mi destino ha sido echado, es como si una profecía me hubiera maldito por miles de vidas, sin saber el conjuro necesario para romper el hechizo.

Maldigo en voz alta al causante de mis desgracias, y aunque el odio se apodera de mí, confirmo una vez más que lo sigo amando, incluso más que a mí misma. ¿Por qué a mí? ¿Qué fue lo que hice? Son las preguntas que inundan como por quincuagésima vez mi mente.

Con una gran carga sobre mis hombros subo hasta mi habitación. Por inercia hago los preparativos para el día siguiente, y antes de ir a la cama abro la ventana y dejo una luz cercana a ella prendida. Miro al cielo una última vez antes de acostarme y suspiro. Sacudo la cabeza alejando mis anhelos de un futuro regreso, y con una pizca de esperanza me acuesto, esperando, deseando que él entre por esa ventana para romper aquella frase de nunca jamás que ha dominado mis días luego de su despedida."

W.