Cuando El Comebachas por fin llegó al CHC Oriente encontró a Blú malhumorada, esperándolo en la explanada. Debido a su minifalda, moría de frío. Al verlo llegar, se olvidó de todo.
─¡¿Qué te pasó?!
─Como dijo Newton: la fuerza de gravedad existe aunque tú no creas en ella.
─¿Qué?
─Me caí.
─¡¿De la azotea?!
─Iba bajando las escaleras y uno de los escalones desapareció, o como que mi pierna se hizo corta, no sé, no me fijé, pero luego el barandal se alejó de mi mano muy despacio... ¿No? Así, muy despacio y mi cuerpo ya estaba en el aire...
─Cállate. ¿Ya desayunaste?
─... No... Pero ya sabes que es de mala educación comer cuando hay visitas ─contestó él.
─No me importa que se te corte el viaje; vamos a que comas algo.
─Pero... No, no, no...
─No hay tiempo para que disfrutes tu viaje. Hoy es el día.
─Psí, pero... me duele el brazo.
─Bachas, wey... ¿Quieres dinero o no? Yo soy la que se va a rifar y tú te me pones pendejo a la mera hora. Entiende, ya no hay tiempo.
─¿A poco sí te vas a atrever?
─Hoy va a suceder ¿ok? Y te necesito para que grabes todo.
─Es que... Si nos cachan...
─¡¿Te vas a culear?! Wey, si no me vas a ayudar entonces no te va a tocar nada.
─Es que...
Harta, Blú tomó al Comebachas por la solapa y lo arrastró hasta el baño de hombres, entró con él ignorando los silbidos y lo obligó a lavarse la cara.
─¡Ah, que su puta madre, te pasas, cabrona, el agua está helada!
Bien, estaba despertando; el plan estaba nuevamente sobre sus rieles.
CONTINUARÁ...
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LA AUTOPSIA DEL ÁNGEL
Teen FictionGénero: novela pop. Tenía ganas de ti y para capturarte lo único que tuve que hacer fue mirarte a los ojos. Te comiste mi anzuelo, a pesar de que te dije que no te enamoraras de mí porque soy muy peligrosa. Recordarás este momento el resto de tu vi...