CAPÍTULO 39

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CAPÍTULO 39

Jorge estaba acuclillado en un rincón. En silencio oscilaba hacia el frente y atrás, torturándose con sus pensamientos.

Blú lloraba como una actriz de teatro. A gritos, le reclamaba al Comebachas que la apoyara en su idea de ganar dinero teniendo sexo frente a todos. ¡Pinche loca! pensaba él.

Al fin, la chica paró de llorar. Llorar es para cuando crees que puedes obtener algo, pero ya no había nada que hacer. Regresó el silencio. 

 ─¡¡¡ESTAMOS VALIENDO VERGA!!! ─aulló Jorge.

Y luego, otra vez el departamento quedó en silencio; era el ojo del huracán, la pausa dramática antes del derrumbe final.

¿O no?

Blú se incorporó, como electrocutada por una gran idea.

─¡No mames! ¡Ya sé cómo! ¡Su puta madre, su puta madre! ¡Nomamesnomamesnomamesnomames!

─¡¿Qué pasa?! ─preguntaron Jorge y el Bachas.

Ante su expresión de imbéciles, Blú se paró delante de ellos, que hipnotizados miraban el cameltoe que le marcaban sus mallas blancas de algodón.

─Este es el plan...



CONTINUARÁ...  

LA AUTOPSIA DEL ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora