CAPÍTULO 50

32 15 0
                                    


CAPÍTULO 50

Miriam apareció en el marco de la puerta, con hilos de baba roja colgando de su boca. Su ropa blanca estaba empapada de sangre.

─Acabo de vomitar, je, je ─les informó, como si no fuera evidente.

Élida la jaló hacia adentro y cerró la puerta. Por algunos segundos no pudo sino mirar a su hija.

─¡No te preocupes por mí, preocúpate de mi ropa blanca! ─bromeó Miriam, tratando de verse sobria.

─¡Vomitaste sangre! ─gritó su madre.

─No te preocupes, seguro comí algo que me irritó.

─¡¿Hace cuánto vomitas sangre?!

─Nunca, nunca me había pasado ─mintió.



CONTINUARÁ...

LA AUTOPSIA DEL ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora