CAPÍTULO 92

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CAPÍTULO 92


─Adri, bebé, no te pongas celosa ¿te quieres unir? ─preguntó la chica dorada.

─Ni lo mande Dios.

Dejó la cámara grabando sobre el tripié y salió a la cegadora luminosidad del vestíbulo a ver si habían llegado más aspirantes. La siguiente en la lista era una tipa de unos 30, de nariz operada, buenona.

─Firma de consentimiento. No lo leas, no hay tiempo. Gracias. Ven, acompáñame ─ordenó sintiéndose la gran ejecutiva.

Cuando la candidata entró a la habitación se quedó pasmada.

─¿Sí sabes qué tipo de talento estamos buscando, verdad? ─preguntó la ejecutiva.

La chica bajó la mirada.

─¿Me van a pagar lo que dice el anuncio? ¿Cinco mil pesos por un día de... esto?

─Si eres seleccionada, sí.

─¿En cash?

─Sí. ¿Algo más?

─¿Y cada cuánto me van a llamar?

─Depende de tu entusiasmo y estilo, nena. Todo aquí es sexo con protección y consensuado ¿ok? Peeero si le gustas a los hombres, hasta te puedes convertir en una de nuestras estrellas exclusivas, y eso significa mejor sueldo y llamados dos veces a la semana; así que... te recomiendo que despiertes a la zorrita que llevas dentro y te dejes llevar.

─Hola, yo soy Lidia, tengo 34 años y soy egresada del Centro de Formación Actoral de Televissa. Tengo experiencia en cine, teatro, radio y televisión. He participado en cuatro capítulos de La Rosa de Guad...

─¿Lidia?

─Mande usted.

─Desnúdate.

Así que esto era tocar fondo. Con timidez, se despojó de su dignidad hasta mostrarnos un cuerpo... bonito, pero sus estrías en el vientre y la cesárea eran evidentes.

─Ooook... Déjame verte de frente. Dame tus perfiles. Derecho. Izquierdo. Otra vez, bonita, pero más despacio.

Obedeció.

─Quiero verte de espaldas. Quédate así.

Se sometió mirando al piso.

──Ooook. Gírate hacia la cámara. No te cubras, déjame gabarte los senos. Son bonitos.

─Sí... Antes estaban mejor ─dijo la actriz.

─Acarícialos. ¿Eso se siente bien, verdad? Tómate tu tiempo. Pellizca tus pezones... Jálalos y levanta tus senos... Ufff, eso se vio muy bien... Ahora, Lidia, quiero que me des la espalda y camines hasta ese mueble. Apóyate en él. Así. Inclínate hacia el espejo... Más... Ok... Quédate así. ¿Cómo te consideras sexualmente: activa o sumisa?

─Sumisa ─contestó con voz pequeña.

─Perfecto. Ahora, quiero que te abras las nalgas para la cámara... Piensa que te le estás ofreciendo al respetable público. Despacio, Lidia. Quédate así. Ok, gracias... Ahora quiero que me cuentes lo que está sucediendo en esa cama.

─Están teniendo sexo ─dedujo.

─¡Bien! Ahora, quiero que te sientes en la orilla de la cama... Continúa viéndolos... Ahora, quiero que te integres.

─Pero... Los dos hombres están ocupados... Voy a tener que... ¿O sea...? ¿compartir mi escena con una mujer?

─¿Algún problema?

─Es que... Nunca lo he hecho.

─Haz de cuenta que esto es una telenovela y tu personaje es una actrizucha fracasada que tiene que mantener a su hijo y está desesperada ─pensó Adriana.

─Haz de cuenta que esto es una telenovela y tu personaje es una hot wife depravada ─ordenó Adriana Productora.

Funcionó. Para sorpresa de todos, Lidia resultó tener un gran potencial.   



CONTINUARÁ...

LA AUTOPSIA DEL ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora