CAPÍTULO 28 -El Chuly Boy-

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CAPÍTULO 28

EL CHULY BOY


El Chuly Boy tardó en abrir, diez minutos de golpes en su puerta de lámina lo despertaron. Apenas estaba aterrizando.

─¿Qué pasó, carnalitos, qué onda? ─saludó al trío protegiéndose los ojos verdes del sol.

El Chuly Boy era el dealer del Comebachas; convenientemente, vivía a unas cuadras de la preparatoria.

─Traemos tres mil. Queremos marihuana y piedra.

─¡Shhh, baja la voz, pendejo! ... Bad news, morros: ahorita no hay nada. Hubo redadas y no se está moviendo nada.

─¡¿Qué?!

─Todo lo que hay está guardado hasta nuevo aviso, ese.

Así de fácil. Ahorita no hay y se acabó el problema.

─¡¿Cómo vas a tener, si te lo metiste todo!? ¡Eres el típico dealer adicto a su propia mierda!

Take it easy! Pues... Pues si no hay, no hay, mi bro, ya sabes cómo es esto. Pinche Comebachas, ya te he dicho, wey: no esperes hasta el final para comprar más; siempre guarda una reserva.

─Chingada madre... Bueno... pues ni hablar, entonces ya nos vamos ─ se despidió el joven rock star levantando la mano.

Jorge lo agradeció en secreto. Esa cosa le gustaba demasiado. Cuando se iban, el Chuly Boy le echó un vistazo a Blú.

─¡No, no, espérate, carnal! ─lo detuvo. ─Tú eres buen cliente... ¿quieres que te mande con quién sí tiene? El Chicarcas. Es el que la mueve en todo este rumbo, seguro tiene. No más que... ─algo en Blú le preocupó.

─¿Nomás que qué? ─preguntó Jorge.

─No... nada...

─¡¿Qué?! Ahora nos dices, wey.

─¿Traen los tres mil? ─preguntó el Chuly Boy.

─¡A huevo!

─Ok... Te voy a dar su dirección, porque eres de confianza, pero... Miren, llegan, compran y se largan a la verga.

─Ok.

─Vayan, pues. 



CONTINUARÁ... 

LA AUTOPSIA DEL ÁNGELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora