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— ¿Está segura de ésto?, creo qué es mala idea.... — Dijo Jisung siendo jaloneado por Sana.

— No es mala idea Jisunggie, tú ya eres hermoso, solamente haré qué tú belleza se intensifique más.

— Pero yo tengo ropa.

— ¡Tienes un lindo cuerpo y lo malgastas en usar ropa ancha!, ¡Tienes qué lucir tu linda cintura!. — Dijo la rubia escogiendo unos pantalones rasgados y ajustados.

— Esos me gustan. — Dijo Jisung viéndolos.

— Bien, de todos modos no nos íbamos a ir de esta tienda sin comprar algo porque quiero pedirle su número a la cajera, es linda. — Dijo con una sonrisa mirando a la castaña.

Ambos se acercaron a la caja para pagar la ropa y Sana miró de reojo a la castaña llamada Nayeon, ya qué eso decía en su etiqueta.

— Hola Nayeon, venimos a pagar esto y también si quieres me podrías dar tu número, ya sabés. — La rubia le guiñó el ojo y la castaña se sonrojo.

— Ya está todo pagado, aquí está su recibo... — Murmuró la castaña entregándole las bolsas.

— ¿Y tú-

Nayeon sonrió y le señalo el recibo, atrás del papel estaba escrito un número de teléfono.

— Qué tengan buen día, gracias por la compra. — Dijo Nayeon haciendo una reverencia.

— Buen día para tí también linda. — Sana sonrió y agarró a Jisung del brazo para irse.

— Usted sabe muy bien cómo socializar noona.

— Es fácil querido, ahora vamos a la peluquería.

— ¿Peluquería?, mi cabello-

— Sin objeciones, te cambiarás el color de pelo.

Jisung sólo asintió y sonrió, si quería ser bonito debía de obedecer a su noona.

— mmmmm, ¿Azul o rubio?. — Cuestionó enseñándole ambos tintes a Jisung.

— Mmmmm, rubio.

— Entonces Azul será, porfavor qué su pelo quedé muy lindo. — Le dijo sana a la peluquera.

Jisung la mirá un poco sacado de onda, si ella iba a decidir, ¿¡Para qué le preguntó!?.

— Bien Jisunggie, te dejaré en buenas manos, comprare lentes de contacto, ya regreso.

— Está bien noona. — Sonrió el pelinegro mientras veía por el espejo como una pelinegra le empezaba a decolorar el pelo.

Jisung sólo esperaba qué todo esto valiera la pena, quería sentirse lindo, y quién mejor qué su noona para ayudarlo con eso.

— Azules, cafés y verdes, esos tres porfavor. — Señaló la rubia.

El vendedor asintió y metió los lentes de contacto en una pequeña caja, el señor le dio la bolsa, Sana agradeció y salió de la tienda para ir a ver a Jisung.

— ¿Cómo va?. — Preguntó viendo él ahora rubio pelo de Jisung.

— Bien, su pelo es fácil de decolorar. — Aseguró la pelinegra.

— Bien, esperaré aquí. — Sana se sentó en uno de los sillones para esperar a Jisung.

Después de una hora, Sana se había quedado dormida en el sillón, y Jisung se estaba parando del asiento.

— Me gusta, gracias. — El peliazul sonrió y fue a despertar a su noona.

Sana fruncía su ceño porque estaba siendo empujada.

— No, no voy a comerme esa sopa asquerosa. — Susurró la rubia negando entre sueños.

Jisung sonrió y la volvió a mover, está vez teniendo éxito al despertarla, Sana abrió los ojos en grande y agarró la cara de Jisung.

— Si yo no fuera lesbiana, probablemente te elegiría como novio Jisunggie. — Dijo la rubia totalmente coqueta apretando las mejillas del peliazul.

— Noona, me hace sonrojar... — Dijo Jisung con las mejillas coloradas.

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Pequeño regalo para qué las lectoras de está historia no se vayan, y se queden pegadas a está historia. <3

R.D

𝙈𝙖𝙠𝙚𝙪𝙥 𝙩𝙤 𝙛𝙡𝙞𝙥 𝙈𝙞𝙣𝙝𝙤. ★·˚ˊˎ[Minsung] © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora