Enamorada Del Diablo

Capítulo 27

Dos Meses Después

—¿Por favor? —Pregunta sacando el labio inferior.

—No. —Digo mientras intento seguir leyendo mi libro.

—¿Por favor?

—No.

—¿Por favor?

—No.

—¿Por favor?

—No.

—¿Por favor?

Suelto un gruñido y cierro el libro, porque ya he leído la misma línea unas diez veces, pero me es imposible procesar las palabras cuando tengo su voz rondando en mi cabeza una y otra vez.

Jay estuvo llamándome durante toda la mañana, pero sabía lo que me pediría, así que no contesté ni una sola vez. Claro, después de eso se apareció en mi casa. En estos meses que hemos estado juntos se ha convertido en mi mejor amigo, Roxy, él y yo pasamos todas las tardes después de la escuela juntos, si Roxy tiene otras cosas que hacer, pasamos el rato sin ella. Sorprendentemente, Jay y yo tenemos más en común de lo que llegaría a parecer; aunque le gusta muchísimo salir de fiesta, no es de tener tantos amigos verdaderos, así como yo, se podría decir que Roxy (si eso se puede contar como amiga), y yo somos las únicas constantes de su vida. También podríamos incluir a Chase, pero últimamente ha estado trabajando en la empresa de su padre y no ha tenido mucho tiempo libre.

Hoy es el cumpleaños de Jay y, aunque me gustaría pasar todo el día festejando con él, no tengo que preguntar los detalles para saber en dónde será la fiesta y quién estará ahí y eso me pone nerviosa... Especialmente el quién estará ahí.

No he sabido nada de Tobías en todo este tiempo. Él no ha pasado por mis rumbos ni yo por los suyos y, aunque sé que no es así para él, para mí se ha convertido en un reto llamado "Veamos Quién Puede Evitar Al Otro Por Más Tiempo", aún estoy trabajando en el título, pero eso me motiva a seguir evitándolo y no quiero ser la primera en perder.

—Ya te he dicho que no.

Suelta un suspiro dramático y acuesta su cabeza en mi estómago.

—Y pensar que unas cuantas semanas con él fueron lo suficiente como para que decidas no ir a mi cumpleaños.

Suelta otro suspiro, ésta vez aun más dramático... Y otro. Otro. Otro. Otro. Otro.

—¡Está bien! Ya entendí tu punto. —Deslizo las manos sobre mi rostro para intentar quitarme un poco la frustración, pero Jay sonríe y eso me frustra más, porque no he aceptado ir a la maldita fiesta, pero él lo ha tomado como tal y no quiero estar ausente en su cumpleaños número veintiuno.

—Te prometo que te la pasarás genial. Es más, puedo hablar con él y decirle que se largue unas cuantas horas y...

—¡No! —Lo interrumpo, ya colorada de sólo pensarlo. —Por favor, Jay, no vayas a hacer nada así, no quiero que piense que me afecta su presencia.

—Que sepa. —Dice mirándome.

—¿Uh?

—Dijiste "que piense", pero sí te afecta, entonces es "que sepa".

Tomo su cabeza y la alejo de mí, haciendo que caiga en la almohada con una carcajada.

—Habías estado tan bien, Alyssa.

Sus ojos llenos de decepción dicen todo lo que está pasando por su cabeza y, siendo sincera, me ofenden un poco. He estado más enfocada en la escuela que nunca, jamás había tenido notas tan perfectas, pero sin distracciones y sabiendo que es el último año de instituto, incluso he conseguido que el Profesor Douglas me alce el pulgar unas cuantas veces durante clase, ya que he estado estudiando temas de historia al azar solamente en caso de que pregunte.