||QUINCE||

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|15|Consejos

De sus gruesos labios pintados de carmesí, expulso el humo de su cigarro al cielo para después girar su vista a la joven costurera de su costado. Los días pasaron y ambas comenzaron a convivir más –aparte de que tener a Mirabel cercar de ella podía lograr librarse de Camilo por un momento–, comenzó a salir con ella en los descansos para hablar y conocerse, ya que ahora sería su cómplice en su secreto con el gran Madrigal. Arqueo la ceja al verla tan callada y con la mirada perdida en su teléfono. Chasqueo la lengua con fastidio y en un movimiento repentino le quito su teléfono para ver porque la ignoraba tanto, Mirabel tardó en reaccionar sonrojándose fuertemente. Teresa iba a reclamarle que se calmara, pero sus palabras se quedaron en su boca al ver que la joven de lentes estaba leyendo un artículo estúpido sobre consejos para hacer feliz a un hombre.

Mirabel bajo la mirada avergonzada y tapo su rostro con ambas manos, en un intento en vano en ocultar su vergüenza. Teresa rio levemente y le devolvió el teléfono sin juzgarla, la joven la miro extrañada y ella solo volvió a darle una calada a su cigarro antes de expulsar el humo y decirle:

–Esos consejos son una mierda –exclamo la mujer tirando las cenizas del cigarro al suelo–. Son blogs escritos por señoras cuarentonas que nadie les hace caso.

La miro sorprendida, pero prefirió quedarse callada a lo que Teresa suspiro.

–Ya eres lo suficientemente buena para alguien como Camilo.

–Pero él siempre está rodeado de mujeres modelos, ¿Cómo puedo asegurar que lo que siente por mí no acabara?

–Dudo que él te deje por un par de tetas grandes –miro sus pechos y sonrió de lado–, las tuyas no están nada mal.

Mirabel se sonrojo demasiado, cubrió sus pechos con su antebrazos, ocasionando que la actriz soltara una risa encantadora. Hacerla avergonzar era demasiado fácil.

–Además no solo te engañaría a ti, si se atreve a engañarme también, perdóname pero yo si lo golpeo, no dejare que me tachen como una víctima llorona.

Soltó una pequeña risa ante la forma en la que se expresa la venezolana, ella en persona es mucho más carismática y expresiva como muchos pensaban.

–No creo que nos engañe –se sintió raro decir eso; porque claro, Teresa es la novia del gran Madrigal la novia publica mientras que ella solo es la novia de Camilo la novia secreta.

Teresa tiro su cigarro al suelo y lo pisoteo con la punta de su bota.

–Sé que no lo hará, nunca lo he visto tan unido a una persona.

Mirabel arqueo la ceja confundida y ella solo rio ante lo distraída que podía ser la chica al no notar ciertas cosas de su alrededor.

–Querida, para ser actriz hay que saber leer las expresiones para que se vea más realista. Todas las expresiones que tiene Camilo contigo son de comodidad y paz –le sonrió con dulzura–. Ya ni los vicios llegan a provocar eso –finalizo en un susurro mirando su encendedor y la caja de cigarrillos de su mano.

–¿En serio crees que él se sienta así conmigo? –pregunto algo apenada he intentado que su sonrojo no la delatara.

–¿Por qué te mentiría? No gano nada si te miento, tampoco si te digo la verdad –confeso desinteresada en lo que acomoda su vestido para volver al set.

La joven costurera la vio irse en pasos firmes y elegantes, siempre haciendo que sus tacones sonaran anunciando su llegada. Sonrió de lado, se sentía insegura al inicio y más ante la ausencia de Camilo ese día. Pero todos esos sentimientos se esfumaron a poder por fin hablarlos con alguien con más libertad. Sonrió mirando su teléfono; cual aún tenía el Blog en pantalla. Bloqueo la pantalla y sin pensarlo siguió a la actriz devuelta al edificio.

Deja que se callen...||CamimiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora