||CUARENTA Y OCHO||

358 31 20
                                    

|48|Amores que duelen

Decaída y devastada observaba todo desde una de las mesas más alejadas; Miguel baila abrazando a su amado esposo en medio de la pista iluminada por las luces blancas mientras que todos los invitados los observaban entre sonrisas y tranquilidad como si de una boda se tratase. Ellos eran felices alejados de todo drama y escándalos, viviendo una vida tranquila sin importar si las cámaras los captasen. A un lado de la pista sus hijos los miraban con emoción sentados en el regazo de su tía Socorro.

Teresa trago saliva al recordar el momento incomodo en que Miguel las presento, ya estaba claro que ella la odiaba. Suspiro, rascándose su antebrazo inquieta, era más fácil hacer que la gente la odiase que conservar una amistad. Nadie le enseño a como tener amigos o una familia, ella sabía en sus adentros que terminaría sola rodeada de dinero.

Una copa con un líquido oscuro se posó frente a ella, levanto la mirada confundida encontrándose con la mirada indiferente de Alberto. Él tomo asiento a su lado y bebió de su copa que solo tenía agua.

–Es jamaica...–le comento serio, sin ni siquiera mirarla.

Dudosa la tomo y bebió un poco, logrando calmar sus nervios.

–Deberías odiarme tú también –musitó con la mirada fija en el líquido oscuro.

–Creo que ya recibiste mucho odio hoy –respondió sereno.

–Arruine tu oportunidad con Luca, él te odia por mi culpa.

Alberto esbozo una sonrisa melancólica.

–Conozco a Luca mejor que nadie, él necesita tiempo; demasiado –bajo la mirada–. Y yo lo esperare incluso si tarda una década para querer volver hablar conmigo –levanto la mirada mostrando seriedad–. Al igual que Mirabel, necesita alejarte de ti y tu deberías alejarte de Camilo si quieres en verdad quieres recuperarla –le aconsejó.

Lo miro con tristeza y él solo suspiro.

–Lo mejor es dejar las cosas se calmen. Dejar en paz a Mirabel y a Luca aunque te duela, ellos no quieren verte ni saber de ti. Ellos reirán y sonreirán aunque tu estés llorando por su desprecio, no lo hacen por ser malas personas, si no, porque ellos mismo tienen que sanarse para poder sanar su relación. Ellos se enfocaran en su felicidad y si tu no perteneces a ella será mejor no insistir. Déjalos pensar y ver que pasara. Ya no somos niños, Teresa. Muchas cosas salieron que nos dañaron a todos. Deberías enfocarte mejor en nuestro hijo y en ti. El dolor es una parte importante para crecer.

No hubo respuesta por parte de ella, solo bajo de nuevo la mirada a su bebida.

–Además, no arruinaste nada entre él y yo, yo mismo lo aleje por no querer aceptar que también lo amaba –susurro volviendo a fijar su mirada en sus amigos.

Ambos observaron como Miguel entre risas y quejas de Hiro lo alzo en los aires, sonrieron con diversión, ellos en verdad mostraban un matrimonio que muchos querrían. Alberto la miro de reojo, a pesar de todo lo sucedido la quería como una amiga, jamás sentiría algo por ella, pero no la dejaría sola, ahora menos sabiendo que su hijo está en su vientre. Teresa volteo a verlo y le sonrió con dolor y él le correspondió el gesto compasivo.

–A veces es bueno pelear y sacar todo lo que nos atormenta sin importar que tanta duela es necesario para poder mejorar realmente.

Ella asintió, respiro hondo calmando todos sus nervios y enfocar su vista a su vientre donde se sentía tranquila cada vez que lo acariciaba.

[...]

Recargado en la puerta de su habitación de brazos cruzados, lo miraba dormir. En su rostro solo se reflejaba seriedad y tristeza. Observaba cada una de sus facciones y movimientos, como él se hacía bolita entre las sabana grises en búsqueda de protección. Parecía más tranquilo, aunque todo su alrededor solo gritaba lastima. Era la primera vez que lo traía a su departamento, a pesar de ser "pareja" nunca llegaron ni llegaran a más, no había interés ninguno de los dos lados, pero eso no quita el hecho que sabía que comenzaba a sentir cosas por él que lo irritaban. Se había involucrado demasiado...

Deja que se callen...||CamimiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora