||VEINTIUNO||

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|21|La mujer de su vida

Si algo conocía del gran Camilo Madrigal; es que nunca debes molestarlo en su camerino al menos que sea una urgencia o algo que su asistente no pueda resolver en su lugar. Nadie se atrevía entrar a su camerino si no querían ser despedidos sin importar que faltaran solo una semana para el estreno. Solo dos personas se atreverían el director Héctor, aunque este nunca le habla directamente y mandaba a alguien para avisar y el otro...

Bruno tenía un océano de sentimientos en su mirada pero todos eran negativos, sentía enojo, asco y repulsión ante la escena que tenía el par de amantes que seguían en esa posición tan comprometedora, negarlo sería una estupidez y habían sido descubiertos, de nuevo. De todas las personas tenía que ser él.

–Mirabel, vístete bien y vete –hablo en un tono amenazante pellizcando la fuente de su nariz y evitando ver los atributos de su adorada sobrina.

–Tío, podemos explicarlo –exclamo Mirabel asustada, se cubrió su pecho y bajándose del regazo de su novio para intentar acercarse a su tío.

–¡Es una orden, Mirabel!

Ella retrocedió temerosa, su tío jamás en su vida le alzo la voz. Sus ojos se cristalizaron, compartió miradas con su amado; quien se encontraba igual que ella. Miro a su tío con sus ojos gritándole clemencia por ellos, pero Bruno simple desvió la mirada serio. Derrotada suspiro, abrocho rápidamente los botones de su camisa y salió del lugar sin hacer mucho ruido.

Cuando la puerta se cerró dejando ambos hombres solos. Camilo se levantó de su lugar con intenciones de dialogar con el hombre, no obstante ni abrió la boca cuando fue bruscamente interrumpió por el agarre de Bruno; lo tomo con fuerzas del cuello de su camisa y lo golpeo a espaldas contra la pared.

–¡Te has vuelto loco! ¡¿Cómo se te pudo pasar por la mente revolcarte con tu prima?! –le grito con odio y asco en cada una de sus palabras.

Camilo lo miro asustado por unos segundos, Bruno jamás ha actuado así; él era un hombre pacifico. Y lo es, hasta que alguien se mete con su familia. Como pudo se zafó del agarre del hombre con un fuerte empujón, mandándolo pasos hacia atrás. No lo golpeaba o lo corría por el respeto que le tenía, pero tampoco se dejaría intimidar.

–¡Ella no es mi prima! –le recalco furioso.

–Escucha bien, Camilo si me entero que haces esto porque la contrate te juro...

–Yo la amo... –lo interrumpió en tono serio y firme.

Bruno lo miro con asco y furioso, pero el joven actor seguía en una posición a la defensiva.

–Ustedes fueron criados como primos.

–No lo somos. Nunca la vi de esa manera.

–¿Y crees que a los medios les interesa realmente que no lo sean? ¿Eh? –revolvió su cabellara estresado mirando al joven como si regañara a un niño pequeño–. Mi sobrina no será un espectáculo para lo demás. Aléjate de ella. La comerán viva los medios si se llega a difundir esta relación.

–Y si no quiero ¿Qué? –lo miro arqueando su ceja y cruzándose de brazos sobre su pecho– Tú no me asustas.

El hombre suspiro.

–Si no te alejas de ella, tal vez yo no lo separe, pero sé que Alma sí.

Camilo abrió los ojos sorpresa y cierto terror, no le importaba lo que diga su abuela le diga o lo corra por amar a la chica con la todos procuraron que fuera su prima. Alma cuida mucho su imagen y la de su familia que si se entera de su relación haría cualquier cosa para mantener a la joven sastre lejos de él. Era mejor tenerla de aliada que enemiga, pero su abuela odiaba abiertamente a su amada que le asustaba que ella le hiciera algo, porque era capaz. Levanto su mirada hacia él con desprecio lo tenía acorralado.

Deja que se callen...||CamimiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora