Deja que se callen...||Camimira

||VEINTINUEVE||

|29|Desacuerdos

Siempre pensó que la voz de Camilo fue una gran suerte, su voz podía cautivar a cualquiera que lo escuchara en la televisión o en el cine e incluso en las obras de teatro. La voz de Camilo Madrigal era apasionada y perfecta para interpretar a ciertos personajes únicos de su largo historial en su carrera, pero cuando se enoja o le pone seriedad a un asunto esta daba miedo y firmeza siendo una completamente diferente si no lo llegabas a conocer en persona. Y este era el caso, Arturo miro el celular destrozado en el suelo, una vez que le colgaron la llamada a la morena está furiosa lo estrello su teléfono contra el suelo al mismo tiempo que suelta un grito lleno de rabia contra el hombre que le robo a su hermanita.

Él seguía tomando con fuerza la mano de su amada novia, intentando calmar la situación. Su expresión era seria y miraba con desaprobación la actitud de su cuñada.

–Deberían dejar en paz a Mirabel –comento en un tono firme.

–¿Te has vuelto loco? –exclamo irritada Isabella volteándolo a ver y dejando ver ese pequeño tic en su ojo izquierdo– ¡Ella está haciendo las cosas sin pensar! ¿Sabes lo dañada que estará cuando su burbuja de amor se rompa y vea que solo es un objeto para ese imbécil?

–Pues deja que ella misma sufra las consecuencias, ¡No es una niña, Isabella!

Luisa lo miro con pesar, no estaba de acuerdo con él, no quería tener su primera pelea. Arturo noto su mirada preocupada y se calmó dándole un fuerte apretón al agarre de sus manos. Aun así giro su vista molesta hacia su cuñada.

–Mirabel tiene veintidós años, está viviendo su vida y no es tonta para no darse cuenta en donde se está metiendo.

–Perdón, cariño.

Antes de que él la mirara sintió como Luisa soltaba su mano y se levantaba para estar en el lado de su hermana. Arturo bajo la mirada dolido, dejo salir un suspiro y miro a las hermanas con decepción marcada en su mirada. Isabella seguía firme y enojada mientras que Luisa intentaba no ver a su novio.

–Sé que es difícil la situación –murmuro en un tono serio–, no la conozco, pero sé que ella ha sufrido rechazo por parte de todos. En especial de Alma. No estoy de lado de nadie solo relato los hechos –de forma frustrada peino hacia atrás su cabellera oscura con sus dedos–, ustedes también la han rechazado, el único amigo que tuvo ella en su vida fue Camilo y todo la familia no pensó como tomaría ella su separación con la única persona que le ha dado afecto –finalizo mirando con molestia a las hermanas.

–¿Crees que Camilo la siga queriendo? –pregunto con sarcasmo Isabella– Arturo sé que trabajas para su familia, pero ellos nunca nos aceptaran y nosotros no planeamos seguir fingimiento ser amables con gente tan mierda como ellos. Camilo lo más seguro que no le importe ella.

–¿Cómo estas segura? –recalco molesto elevando su voz.

–Porque he visto como él la dejo completamente sola en la preparatoria. Vi como prefirió la maldita fama y ni siquiera le importo el acoso que sufrió ella por todos estos cinco años, que ni se animó acercase de nuevo y pedir disculpas...incluso hace más de un mes cuando fue su cita en el Burger King, Mirabel fue la que se acercó a él. Él la hizo a un lado por un proyecto que era más importante que su prima y mejor amiga de la infancia.

El hombre se quedó callado, pero seguía manteniendo su postura. Iba hablar pero se calló al escuchar un suspiro por parte de su amada.

–Si eso hizo Camilo, ¿Qué nos espera del novio de Mirabel? –comento agotada Luisa, no quería ver a su hermana sufrir, no quería volver a dejarla sola, no de nuevo.

–Yo...–el agacho su mirada y susurro– sigo creyendo que ella tiene que aprender de propios errores.

–No queremos que salga lastimada o expuesta ante los medios. Ella no puede salir con alguien superior en todos sentidos, ella no es...–le costaba decirlo, pero era verdad– no es especial como para que mágicamente un famoso la quiera –murmuro–. Yo no confió en palabras bonitas, él pudo acercarse a ella y aprovecharse de que siempre está sola. Siento que la está manipulando.