Capítulo 17

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Una vez que la mañana llegó traté de todas las maneras de ocultar aquello (evidentemente Mark se enteró de esto), no sé cómo demonios lo escondieron, sin embargo me "salvaron" en ser descubierta.
El desayuno transcurrió de manera tranquila. Creo. Aquel hombre hablaba por el móvil organizando todo para aquel viaje, Jason miraba... fulminaba a Rosell con la mirada, no tenía ni por qué pensar en el motivo; mantuve mis ojos en mi plato sin tratar de decir palabra alguna, pensando aun en el mensaje que, sin deber, me había puesto nerviosa.

— Señor, lo esperan en su oficina. –dijo uno de los guardaespaldas al momento que Mark terminó aquella llamada.

— Gracias. –se puso de pie-. Traten de no matarse por favor. –fue lo que articuló antes de salir del comedor.

Al instante tanto Jason como Damián se levantaron, dispuestos a enfrentarse; podía sentir la molestia del chico sin estar dispuesto a retractarse de su siguiente acción. Salté de mi asiento para ponerme frente a éstos, impidiendo que los golpes iniciaran. Sentí su mirada sobre mí.

— Quítate, y déjame golpear a ese idiota. –gruñó Jason.

— Nadie va a golpear a nadie. –hablé, miré a mi hermano por unos instantes, y luego a Damián-. No den importancia a algo que no lo tiene.

— ¡¿Que ese hijo de puta te quiera drenar no es de importancia?! –exclamó, sus ojos tomaron aquel blanco debido a la gema-. Vaya que el golpe te afectó el cerebro.

— No necesito que te encargues de mis asuntos. –respondí, no moví ni un centímetro mi cuerpo; fulminé al castaño con la mirada-. No soy inútil para no meter las manos.

— Ya que no darás el primer golpe...

— Tú tampoco lo darás. –interrumpí-. Estoy harta de que deba interferir en sus estúpidas peleas infantiles, todo debido a sus malditos celos. – Bien, me desahogaba un poco por su comportamiento cuando se trataba de mí-. Si quieren actuar como idiotas, adelante, pero no me involucren en sus asuntos.

Caminé fuera del cuarto e ir hacia las escaleras, en ese momento la puerta se abrió y por ésta entró Gerard: utilizaba un traje oscuro muy elegante (sin corbata), su cabello ondulado caía sobre su frente. Mostró una ligera sonrisa.

— Buenos días, Nicole. –saludó.

— Gerard, hola. –devolví el saludo, caminé unos pasos hacia donde encontraba-. ¿Qué te trae a la mansión?

— Tengo un par de documentos que necesitan la aprobación de nuestro líder. –explicó-. Saliendo de aquí, debo tomar un avión hacia Alemania para atender unos negocios. Si todo sale bien, en tres días estaré de regreso.

— Seguramente todo estará bien. –dije-. Aun así, te deseo suerte.

— Te lo agradezco. –asintió.

— Si gustas, te acompaño hacia la oficina de Mark...

— Siempre será agradable tu compañía.

— Vayamos.

En aquel corto viaje platicamos un poco al tiempo que su brazo se deslizó sobre mi cintura, algo que me sorprendió ero que no sabía cómo reaccionar ante aquello... me despedí de él cuando entró a la oficina y regresé a las escaleras para dirigirme a mi habitación y asearme un poco previo al baile. Cerré la puerta con el seguro, quitando mi ropa al tiempo que abrí la llave y tratar nivelar la temperatura del agua, me metí en ella mientras caía por mi cuerpo, relajando mis músculos luego de la pelea de ayer aun dolían aquellos golpes en mi estómago, pero trataría de resistirlo esa noche.

Minutos después salí de la ducha envuelta en la toalla tomando asiento en la silla que se encontraba cerca del tocador en el lado contrario del baño, sequé mi cuerpo lo más rápido que pude y coloqué la ropa limpia que tomé; me detuve para mirar la cicatriz en mi mano sin poder recordar nada de los momentos antes de aquel incendio... mis recuerdos eran borrosos en cada aspecto lo cual me frustraba al no saber mi verdadero origen.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora