Mi expresión era de asombro mezclada con sorpresa. Para ser honestos, no pensé que volvería a ver a Luciana Alessandri luego de que salí del internado; ni siquiera sabía que hacía en España.
- ¿Qué es lo que hace aquí? -me atreví a preguntar.
- Supe hace un tiempo que habías dejado Italia -comenzó a decir- Aunque sea un poco extraño, debía observar sí te encontrabas bien.
- ¿Además de un pasado difícil? Creo que estoy perfectamente.. -caminé hacia una de las sillas frente al escritorio de Mark y tomé asiento- ¿Cómo supo que me encontraba en este sitio?
- Yo fui quien le dio tu ubicación -habló el hombre con total calma.
- Y supongo que esa información fue dada por Damián -dije. No tenía que pensar mucho, asintió.
- Me doy cuenta que te han tratado bien en este lugar -habló la directora- Asumo que sigues siendo una buena estudiante.. en cuanto a las notas.
Solté una ligera risa ante sus palabras.
- Por supuesto. Tal como en el internado.
- Parece que ustedes tienen mucho de qué hablar -dijo Mark- Les dejaré hacerlo en privado.
- Se lo agradezco, señor Sotelo.
- No tiene que agradecer -dijo con una ligera sonrisa.
- Gracias, señor -dije con respeto.
Mi charla con Alessandri duró aproximadamente una hora, al parecer su visita tenía un propósito. Uno quizá muy bueno:Me comentó sobre la actual situación del internado, había pasado a manos de sus hijos quienes se encargarán de eso mientras ella esté en España; me propuso o mejor dicho, me informó que a partir de la siguiente semana vendría por lo menos dos veces por semanas para dar 'clases' a los más jóvenes de la mansión. "Por órdenes de Mark" supuse, y cada sábado vendrá a verme especialmente a mi... no puse objeción ante aquello, pues de alguna manera estaba agradecida con ella cuando me dio techo al encontrarme frente a las puertas del lugar.
La acompañé hacia la puerta principal luego de nuestra plática y me despedí de ella, miré como subió al auto en el cual había arribado y esperé a que saliera de la mansión; cerré la puerta y me dirigí al comedor parar la comida, observé que ahí se encontraban Mark y Damián esperándome, me senté en mi lugar aguardando que la comida fuese servida.
- ¿Todo en orden, Nicole? -cuestionó el hombre.
- Si señor -asentí- Creo que la directora ya te lo había dicho antes de que entrara.
Asintió.
- Me pareció una buena idea. De algún modo es una persona que te conoce por completo. Así que, espero buena disciplina por parte de ambos.
- Dirás, de los tres... -murmuré.
Casi al instante de decir aquello, Jason entró al comedor con esa misma expresión seria, tomó su respectivo lugar sin hacer contacto visual con nadie; aquello quedó sumergido en un completo silencio que me hizo dar cuenta que sería una larga comida.
Y lo fue.
Al terminar salí del lugar mientras el dueño de la mansión hablaba con ambos chicos de un asunto que desconocía pero que tampoco iba a preguntar. Subí hacia mi habitación y me recosté sobre la cama, cerré los ojos por un momento tratando de descansar pero el móvil inició a sonar sobre la mesita de noche, lo tomé y me dispuse a contestar.
- ¿Hola?
- Hola Nikki, ¿Cómo has estado?
- Alma -me agradaba escuchar de ella- He estado bien.. -"O casi bien..."- ¿Y tú, cómo te encuentras?
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Broken © (2da parte de Stalker Love)
VampireAsegúrense de leer la primera parte de esta historia, «Stalker Love». No. Eso debía ser una equivocación... - Mark.... -aquel pensamiento se inició a hacer presente. - Madeleine y Sebastian Montenegro. -y entonces todo cobró sentido: las imágenes, l...