Capítulo 29

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Me encontraba frente a un extenso campo admirando el anochecer, mi vestimenta esta ocasión era una blusa aguamarina sin tirantes, un short de mezclilla y mis botas negras; mis manos tocaban el pasto de manera tranquila al tiempo que alcé la mirada cuando sentí a alguien sentarse a un lado de mí.

— Realmente disfrutas mirar caer la noche.... –dijo de manera serena.

— Era una de las cosas que me gustaba hacer en el internado –hablé, dirigí de nuevo la mirada al campo-. Era algo... tranquilizante.

— Escogí bien mi escenario al parecer –soltó un suspiro-. ¿Sigues molesta por haberte ocultado lo de la gema?

Negué.

— Tenías las razones para hacerlo, no importa si me enoja o no. La gema azul es la segunda más poderosa de las cinco.

— La gema azul tiene la habilidad de manipular la mente o cuerpo de las personas –dijo-. Se requiere de gran concentración para dominarla totalmente.

— Pensé que era tu habilidad natural –fruncí el ceño.

— Tengo otras habilidades, la coerción es una de ellas... puedo emplearlo en un pequeño grupo. E individualmente –añadió-. Eso ya lo has experimentado en la ciudad donde habías estado.

— ¿Y qué hay de esto? –señalé a mi alrededor-. Es una ilusión.

— Me gusta llamarlo sueño telepático, quiere decir, en la mente. Una de las más raras habilidades que existen. Pocas personas tienen la habilidad de emplearlo con una sola persona.

— Fue lo mismo que hiciste en la azotea.... –recordé-. Es demasiado impresionante que odio admitirlo.

— Después de aquella ocasión decidí no utilizarla, y reservarla cuando realmente estás estresada –dijo, le miré-. Pensé que te agradaría tener un poco de tranquilidad.

— Creo que nunca tendré esa calma que dices siendo una humana dentro de la sociedad...

Nos mantuvimos en silencio por un par de instantes, mis ojos estaban en la luna tan brillante que había... desde niña era una de mis maneras de tranquilizarme... No sabía por qué, pero era algo que me fortalecía. Me hacía sentir...yo.

— ¿Cómo lograste atravesar por todo esto cuando llegaste a la mansión? –le cuestioné, necesitaba saber lo que había hecho para ser respetado por el resto.

Le escuché soltar un suspiro profundo antes de que iniciara a hablar.

— De la misma manera en lo que haces actualmente –respondió, le miré de reojo mientras él me miraba-. No me quedaba de otra más que ser fuerte y no dejarme intimidar por los altos puestos del sitio... Muchos pensaron que no tenía lo que se necesitaba para ser la mano derecha del líder. Les probé lo contrario.

— En cierta forma, me comprendes.... –murmuré.

— Si lo pones de ese modo, puede decirse que somos iguales.

— ¿Cuál es tu historia, acosador? –pregunté. Sabía que estaba tocando un punto serio y probablemente privado para él; esperaba una negativa de su parte.

— Así como me observas, no creerías que fuese parte de una familia de clase alta, ¿cierto? –habló, aquello me desconcertó un poco. Rio-. Al parecer piensas que es una mentira, pero es la verdad, Nikki. Era perteneciente a una de las familias importantes de Alemania... Pero nada de eso me interesaba realmente, y terminé por huir de aquella vida debido a las hipocresías dentro de esa estúpida sociedad; pasé vario tiempo en orfanatos e internados en donde la peor pesadilla de todos... Pero también las marcas de ese pasado. Me quedó ser fuerte y valerme por mi cuenta sin importar los desafíos que trajera la vida. Incluso soportar una que otra paliza.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora