Capítulo 12

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Me encontraba en mi habitación terminando mis deberes escolares, había estado la tarde entera enfocada en mi proyecto de Sociales el cual ya debería entregar el lunes; la primavera ya había llegado desde unos días, no me molestaba en lo absoluto sentir la calidez del clima. Extrañaba eso:
Margareth me llevó algo de comida ya que ni siquiera había bajado a la hora, le agradecí que se quedara por un momento, me agradaba hablar con ella cuando se daba la oportunidad... Ella había enfermado un par de semanas atrás, durante ese tiempo me encargué de atenderla y procurar que no hiciera ningún esfuerzo físico; me sentía bien que me permitiera hacerlo pues era un poco de lo que podía devolver luego de todo lo que ella ha hecho por mí.

Entretanto, en esas semanas la presencia de Gerard era más frecuente que antes: la mayoría por el negocio que su padre tenía con Mark y de los que él debía hacerse cargo ante la ausencia de éste. Llegué a conversar durante algunas horas en la sala y descubrir varias cosas que desconocía, tal como uno de sus pasatiempos favoritos era leer y se ofreció a invitarme a la biblioteca cuando quisiese. Me sentía un tanto cómoda al estar con él, era atento y una conducta excelente (todo lo que volvería loca a cualquier chica); en infinitas veces miraba al segundo piso en donde Coral y Carolina observaban hacia nosotros y notaba su emoción... era uno de los más guapos dentro de la sociedad, hijo de una familia de clase alta, y sociable, tenía todo para triunfar en la vida.

— Gracias por tu ayuda. –dije al tiempo que cerré mis libros-. Pensé que no lo lograría.

— Cuando lo necesites. –sonrió. Miró su móvil-. Se supone que tengo una cita con algunos trabajadores de la empresa, para cerrar unos contratos.

— No debes hacerlos esperar. –hablé, le miré de reojo-. El deber llama.

— Así parece ser... -se puso de pie mientras tomó el abrigo negro y lo colocó-. Posiblemente podrías aceptar salir el fin de semana.

— Eso no está en mí, realmente. –confesé.

— Te dará permiso. Lo sé.

— No es tanto en Mark... -murmuré.

— ¿Le temes a Rosell? –río por lo bajo-. Él no debería ser un problema para ti, es incapaz de hacer algo contra tu voluntad.

— No lo conoces. –me adelanté-. Es capaz de todo.

— Lo conozco más de lo que crees, no por nada somos amigos. De hecho, él nos está observando.

Miré discretamente a mi alrededor en busca de aquel sujeto sin poder localizarlo, sabía que estaba oculto en algún lugar y escuchaba cada palabra que estábamos diciendo; me causaba una mezcla de miedo y enojo saber que no podía enfrentarle como deseaba... ¿o sí?

— Acepto. –dije. Gerard me miró-. Tu invitación a salir.

— Maravilloso, entonces, pasaré por ti en punto de las cuatro el sábado.

— Me parece bien. –dije. Le acompañé hasta la puerta en donde nos despedimos.

Regresé a la sala para recoger mis cosas y llevarlas a mi habitación, subí las escaleras en completa calma con los posibles escenarios que me pudiera encontrar... los enfrentaría.
Al abrir la puerta encontré a Damián sentado sobre la cama con un rostro inexpreso, alzó levemente la mirada al observarme, no dijo nada pero no debía darle mucho rodeo para saber que estaba molesto.

— Parece que Luján y tú están formando una buena amistad. –dijo, luego de unos momentos.

— Si es así, es algo que no te debe importar. –dije, mientras dejé mi mochila en la silla-. Puedo tener a cualquier persona de amigo. Al final de cuentas, en mi vida no tienes ni voz ni voto.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora