Capítulo 41

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~Caminaba sobre el césped del jardín principal. Era un día soleado muy bonito, la leve brisa se sentía sobre mi cabello; en el porche se encontraba aquella mujer tomando el té de la tarde, y al parecer, me esperaba.

"Pensé que no vendrías, mi niña". –dijo ella, una sonrisa amable me recibió al subir los escalones.

— Creo que necesitaba un momento de tranquilidad.... –dije, me acerqué hacia la silla libre que quedaba frente a ella-. Imagino que este es su lugar preferido.

"La puesta de sol siempre es muy agradable". –habló mientras sirvió el té en mi taza-. "¿No te parece?"

— Me gustaba observarlo durante mi tiempo en el internado.... –respondí.

"Alguien tan linda como tú no debió pasar por algo tan horrible". –dijo, mis dedos hicieron puños en mi pantalón-. "Lamento tanto que mi esposo te ocultase la verdad".

— Solo quería respuestas de mi identidad –murmuré, limpiando rápidamente la lagrima corriendo por mi mejilla-. Que salieran de la boca de Mark y no por alguien más.

"Cuando tus padres murieron" –habló ella-. "Me sentí muy triste; Made y Sebastián fueron muy amables conmigo cuando me casé con Mark, los primeros que se pusieron a mis órdenes para cualquier cosa que necesitara".

— Mis sueños han sido bastante claros en cuanto a ellos –hablé, tomé la taza con cuidado mientras di un pequeño sorbo-. Tal parece que les gustaban los trajes de época...

"Madeleine tenía un buen gusto en la moda" –comentó Amelia-. "En las reuniones deslumbraba con los vestidos que mostraba; me dio algún que otro consejo".

— ¿Usted conoció a mis hermanos? –la cuestioné.

"Si, pequeña; los conocí" –respondió-. "Cada uno era especial a su manera, sin embargo, fuiste tú quien más se acercó a nosotros. Probablemente te agradamos".

— Me hubiera gustado conocerla, Amelia –confesé-. Era una buena persona. Sus palabras siempre me calman y me hacen sentir bien; su presencia me conforta... Todos hablan maravillosamente de usted, y la señora Margareth le echa de menos.

"Fui feliz mientras estuve viva". –habló, me miró con dulzura-. "Pasé los mejores años junto al hombre que amé profundamente; disfruté de la vida plenamente. Me habría encantado tener hijos..." –sonrió ligeramente-. "A pesar de que mi condición prohibió eso, ayudé con los niños de esta sociedad... No dejes que este momento de oscuridad invada tu alma, Nicole; si lo haces, no podrás vivir bajo la luz...".

Sus palabras me confundieron un poco, "no podrás vivir bajo la luz...", quizás mi vida ha estado siempre en la oscuridad que poco a poco me ha ido consumiendo; eso es más creíble que tener un alma pura.


~Diez días después~

— ¿Saldrás de nuevo? –preguntó-. Es la sexta salida en dos semanas.

— Eso es algo que no debería importarte –le respondí, terminé por arreglar mi cabello el cual había rizado-. Puedo hacer lo que me plazca.

— Soy tu hermano mayor, niña; tómalo en cuenta.

— Los hermanos mayores no deberían ocultarle la verdad a su hermana menor –reclamé.

— ¡Joder, Nikki! ¡Olvida ya eso! Es estúpido que sigas huyendo de este lugar solo por una cosa así.

— Si estuvieras en mi lugar, me comprenderías.

— Si me encontrara en tu lugar, actuaria de manera madura –arremetió-. Y no como una niña orgullosa.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora