~Caminaba sobre el césped del jardín principal. Era un día soleado muy bonito, la leve brisa se sentía sobre mi cabello; en el porche se encontraba aquella mujer tomando el té de la tarde, y al parecer, me esperaba.
— "Pensé que no vendrías, mi niña". –dijo ella, una sonrisa amable me recibió al subir los escalones.
— Creo que necesitaba un momento de tranquilidad.... –dije, me acerqué hacia la silla libre que quedaba frente a ella-. Imagino que este es su lugar preferido.
— "La puesta de sol siempre es muy agradable". –habló mientras sirvió el té en mi taza-. "¿No te parece?"
— Me gustaba observarlo durante mi tiempo en el internado.... –respondí.
— "Alguien tan linda como tú no debió pasar por algo tan horrible". –dijo, mis dedos hicieron puños en mi pantalón-. "Lamento tanto que mi esposo te ocultase la verdad".
— Solo quería respuestas de mi identidad –murmuré, limpiando rápidamente la lagrima corriendo por mi mejilla-. Que salieran de la boca de Mark y no por alguien más.
— "Cuando tus padres murieron" –habló ella-. "Me sentí muy triste; Made y Sebastián fueron muy amables conmigo cuando me casé con Mark, los primeros que se pusieron a mis órdenes para cualquier cosa que necesitara".
— Mis sueños han sido bastante claros en cuanto a ellos –hablé, tomé la taza con cuidado mientras di un pequeño sorbo-. Tal parece que les gustaban los trajes de época...
— "Madeleine tenía un buen gusto en la moda" –comentó Amelia-. "En las reuniones deslumbraba con los vestidos que mostraba; me dio algún que otro consejo".
— ¿Usted conoció a mis hermanos? –la cuestioné.
— "Si, pequeña; los conocí" –respondió-. "Cada uno era especial a su manera, sin embargo, fuiste tú quien más se acercó a nosotros. Probablemente te agradamos".
— Me hubiera gustado conocerla, Amelia –confesé-. Era una buena persona. Sus palabras siempre me calman y me hacen sentir bien; su presencia me conforta... Todos hablan maravillosamente de usted, y la señora Margareth le echa de menos.
— "Fui feliz mientras estuve viva". –habló, me miró con dulzura-. "Pasé los mejores años junto al hombre que amé profundamente; disfruté de la vida plenamente. Me habría encantado tener hijos..." –sonrió ligeramente-. "A pesar de que mi condición prohibió eso, ayudé con los niños de esta sociedad... No dejes que este momento de oscuridad invada tu alma, Nicole; si lo haces, no podrás vivir bajo la luz...".
Sus palabras me confundieron un poco, "no podrás vivir bajo la luz...", quizás mi vida ha estado siempre en la oscuridad que poco a poco me ha ido consumiendo; eso es más creíble que tener un alma pura.
~Diez días después~
— ¿Saldrás de nuevo? –preguntó-. Es la sexta salida en dos semanas.
— Eso es algo que no debería importarte –le respondí, terminé por arreglar mi cabello el cual había rizado-. Puedo hacer lo que me plazca.
— Soy tu hermano mayor, niña; tómalo en cuenta.
— Los hermanos mayores no deberían ocultarle la verdad a su hermana menor –reclamé.
— ¡Joder, Nikki! ¡Olvida ya eso! Es estúpido que sigas huyendo de este lugar solo por una cosa así.
— Si estuvieras en mi lugar, me comprenderías.
— Si me encontrara en tu lugar, actuaria de manera madura –arremetió-. Y no como una niña orgullosa.
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Broken © (2da parte de Stalker Love)
VampireAsegúrense de leer la primera parte de esta historia, «Stalker Love». No. Eso debía ser una equivocación... - Mark.... -aquel pensamiento se inició a hacer presente. - Madeleine y Sebastian Montenegro. -y entonces todo cobró sentido: las imágenes, l...