Capítulo 42

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— ¿Nikki? ¿Estás bien?

— ¿Eh...? –le miré de manera lenta.

— Te siento muy distraída –me dijo-. ¿Todo está bien?

— Eh... sí, todo va bien. –pasé una mano por mi frente-. Estaba pensando en otra cosa.

La visita inesperada de Camille y sus palabras me dejaron con varias dudas que me pusieron a pensar la noche entera con pequeños lapsos de sueño... apenas crucé palabra alguna con Mark (las primeras en casi dos semanas), pasé gran parte en la habitación de Coral acomodando algunas cosas que ella me pidió; a las dos treinta fui a arreglarme un poco antes de que Gerard viniera por mí, eché un poco de agua en mi cara para despertar un poco más. El rostro de Damián al verme salir con el ojiazul era frio y casi molesto, pero le di poca importancia y Salí de todas maneras.

— Has estado un poco ida desde que llegamos aquí –dijo, su mano tomó mi barbilla con el fin de mirarle-. ¿Qué te preocupa?

— Es algo tonto –negué-. No es nada importante.

— Llevas más de media hora con la pagina inicial del linaje Montenegro.

Bajé la mirada para percatarme que tenía razón, dese que inicié a investigar sobre aquella familia me quedo perdida en lo que he escuchado y mis sueños; sin embargo, hay algo que me dice que siga leyendo ya que debe existir el motivo real detrás de todas esas muertes.

— Si gustas, puedo llevarte de regreso. –me sugirió.

— No... no es necesario –le repetí-. Solo que no he tenido una buena noche. Apenas y logré dormir.

— ¿Fue por lo de anoche en el antro?

Negué.

— Fue la visita de una vieja compañera de clase.... –respondí lentamente; no sé si era buena idea contarle lo que me dijo.

— ¿Amiga tuya?

— Algo así.... –decidí por contarlo-. Me dijo que hay alguien dentro de la sociedad que quiere eliminarme a toda costa... que no sedea que se descubra la verdad.

Sus ojos azules se tornaron un poco serios al escuchar mis palabras con el semblante del mismo modo.

— No sé si lo que ha dicho sea verdad –continué-. Pero no sería la primera vez que quisieran deshacerme de mi.... –suspiré-. Desde niña lo han querido hacer.

— Pero por qué alguien querría deshacerse de ti –pensó.

— Alguien más sabe que soy una Montenegro.... –murmuré-. Esa es la única explicación.

— Si mal no recuerdo, esa familia apartó mucho a la sociedad durante sus liderazgos; mi bisabuelo fue el consejero de la sociedad durante el último lapso de un integrante de esa familia.

— La persona que esté tras de mi debe tener sus propósitos –seguí-. Aunque, ¿para qué eliminarme? No he hecho nada a nadie.

— Posiblemente tu existencia es lo que estorba –sugirió el pelinegro-. Y sea alguien que desee terminar por completo ese linaje.

— Si llegase a ser verdad no le dejaré matarme tan fácil –dije, llevé mis dedos a la sien-. Se necesita más que notas estúpidas y pesadillas para vencerme.

No iba a permitir que un acosador oculto en las sombras me asustara con aquello, podía con ese maldito sujeto aun en mi condición humana.

Salimos de la biblioteca cerca de las cinco quince, casi no había personas en la calle y el cielo se mostraba un poco cerrado. Mi vista se clavaba en el suelo mientras trataba de pensar en todos los posibles motivos por los cuales podrían quererme muerta... pero por más que lo pienso no logro descubrir nada concreto, ni algún fundamento en qué basarme.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora