Asegúrense de leer la primera parte de esta historia, «Stalker Love».
No. Eso debía ser una equivocación...
- Mark.... -aquel pensamiento se inició a hacer presente.
- Madeleine y Sebastian Montenegro. -y entonces todo cobró sentido: las imágenes, l...
Cada cosa que había vivido desde niña me vino a la mente, el recuerdo del incendio y las palabras de Mark me golpearon a la realidad... Yo, una integrante de la sociedad...
— No –dije rápidamente-. Eso no es verdad...
— Lo lamento, Nicole –dijo Mark sin dejar de mirarme-. Sé que es algo difícil de asimilar...
— Deberías calmarte.... –me dijo el castaño.
— ¡No me toques! –le grité cuando trató de acercarse a mí; mi expresión cambió drásticamente a una de enfado-. Qué demonios quieres decir con eso, ¡necesito saber! –miré a Jason sin decir nada-. ¡No te quedes mirando! Lo sabias, ¿verdad? ¡Tú lo sabías!
— ¡Si! –respondió serio, su respuesta me dejó helada... él sabía nuestra historia-. Sé todo lo que están diciendo.
— Me mintieron.... –dije con un tono frio, apreté los ojos con fuerza y los volví a abrir, llenos de lágrimas-. Me vieron la cara de estúpida durante todo este tiempo, sin importarles cuántas veces les pedí explicaciones.
— Entiende que no podíamos –dijo Damián-. Era por tu seguridad.
— Esconder la verdad no es proteger –arremetí-. Así que no digas esas estupideces.
— Nicole –habló Mark para captar mi atención-. Hay cosas que debemos hablar...
— Hablar –mofé-. ¡Debiste hablar desde el primer momento que me viste, y callaste como cobarde...! El día que descubrí que Jason era mi hermano, era una oportunidad de saber mi origen y no lo hiciste. ¿Cómo deseas que siga confiando en ti luego de esto?
Estaba encerrada en mis propios pensamientos después de aquella inesperada revelación, había sido demasiado en una sola noche... todo.
Una mentira... toda mi maldita vida. Y lo peor: los tres sujetos que tenía ante mi lo sabían.
Me llevé las manos a la cabeza debido a toda la información que estaba descubriendo de golpe, con la mirada de esos tres sobre mí. No podía creer la cruel realidad que me habían estado ocultado durante todo este tiempo "por mi seguridad" ... que motivo tan más estúpido.
— "Debes dejar de hacer esa escena..." –escuché en mi mente-. "No conseguirás nada con eso".
— ¡Necesitaba respuestas! –le respondí directamente-. Y creyeron que ocultándola sería una buena idea.
Las lágrimas iniciaron a rodar por mis mejillas: de tristeza... de coraje, era lo único que necesitaba para que terminara mi "buena conducta"; nada sería igual, nada volvería a ser igual entre ellos y yo.
En un segundo me vi abriendo la puerta del auto y salir de este cerrándola de un solo golpe, estaba detenido en el trafico lo cual aproveché e inicié a correr con todo y tacones en medio de los autos y bajo la lluvia que poco a poco iniciaba a intensificarse, pero sin mirar atrás; necesitaba correr... huir de esas palabras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
