Capítulo 33

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Desperté sin poder ver luz alguna en la habitación, estaba envuelta en las sabanas y extrañamente en mi lado de la cama; miré la mesita de noche, el reloj marcaba las 12:30 am. Me reincorporé lentamente sobre el colchón sintiendo la ausencia de Rosell en ella, seguramente se encontraba en el baño o en la oficina de Mark.

Una especie de silueta inició a manifestarse cerca de la ventana al tiempo que me puse a la defensiva por sí necesitaba salir de inmediato, pero acto siguiente algunas características se comenzaron a resaltar: aquellas ropas, la estatura alta, aquel cabello rubio...

Imposible.

"Nikki..." –esa voz, la reconocería en cualquier lugar; mis ojos no daban crédito a lo que veían en ese momento.

— ¿Evan...? –me puse de pie aun incrédula y caminé lentamente hacia la figura que flotaba en medio de la recamara; logré ver una ligera sonrisa en su rostro-. Por dios, eres tú...

"Has progresado bastante, niña" –dijo-. "Finalmente estás en un lugar con personas que te protegen..."

— Aunque son criaturas sobrenaturales –hice una mueca.

"Ellos te quieren..." –habló.

— ¿Qué haces aquí? –pregunté casi de inmediato, el sentimiento de culpa me invadía.

"Necesitaba asegurarme que siguieras con vida" –me dijo, sentí la leve brisa sobre mi rostro-. "Deja de culparte sobre lo que pasó".

— Ellos me querían matar a mí –dije, retrocediendo un paso-. Si hubiera estado en Florencia en esos días, aun seguirías con vida... Aun estarías con Alma.

"Las cosas ocurrieron porque así estaba escrito. Jamás te culparía a ti".

Sus palabras amables me lastimaban, aquella expresión tranquila que había visto varias ocasiones me miraban de frente; el momento en que me enteré sobre su estado regresó a mi mente, aquellos minutos finales en donde prometió cuidarnos desde el lugar donde estuviese...

"Siempre estaré con ustedes, Nikki" –volvió a hablar-. "Ellos y yo deseamos ver brillar a esta chica única".

Acto siguiente sentí como aquel fantasma se colocó frente a mí y la brisa rodeaba mi cuerpo y mis lágrimas cayeron a mis mejillas por saber que, a pesar del horrible final que mi amigo tuvo, no guardaba rencor alguno hacia mí. Con esto pagaba mi deuda con él.

— Gracias Evan –murmuré.

"Habrá gente que tratará de apagar tu luz..." –dijo, le miré-. "No debes permitir que la oscuridad te consuma...".

En cuestión de segundos quedé sola nuevamente en la habitación mirando por la ventana; sus palabras me dejaron con un mensaje, pero no sabía el significado detrás del mismo... La puerta se abrió de manera lenta y observé a Damián entrar, traía el torso desnudo y un par de manchas en la boca por lo que no debía adivinar demasiado lo que estaba haciendo.

— Deberías estar durmiendo –me dijo cerrando la puerta.

— No podía –respondí, me miraba de manera simple-. Solo me preguntaba a dónde habías ido...

— Como tu guardián, debo estar alerta y mantenerme fuerte en caso de cualquier situación –me explicó-. Lo que significa que debo alimentarme de manera adecuada.

— Entiendo.... –le miré discretamente cuando caminó hacia su lado y pasó los dedos sobre los rastros de aquel liquido; eché un último vistazo hacia el paisaje-. ¿Crees que esté loca?

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora