Capítulo 31

3 0 0
                                    

~Me encontraba caminando por un sendero lleno de flores blancas, la brisa soplaba ligeramente entre los árboles y el cielo de un azul claro... a pocos metros una pareja mirando hacia el horizonte con una felicidad notoria. No tardé en reconocer sus rostros, eran las personas que había visto en uno de mis sueños anteriores. Sus expresiones decían mucho mientras el hombre colocaba sus manos sobre su vientre.

— Nuestra pequeña pronto vendrá al mundo –dijo a su esposa.

— Ya deseo ver su rostro –respondió la mujer con una en sus labios, acariciando su vientre con amor-. Será hermosa.

Ver a aquella pareja tan feliz esperando la llegada de su bebé me hacía sentir un poco triste por mi situación, pues no lograba recordar a mis padres ni nada en los primeros años de mi vida...


Las imágenes cambiaron.

Ahora el paisaje era de una azotea de un edificio, lo reconocí: el colegio de Florencia en donde tuve mis peleas con Jason; sonreí un poco al recordar dichos enfrentamientos con quien resultaría ser mi hermano.

— También estás aquí. –se escuchó en la entrada, volví la mirada observando al chico cruzado de brazos reclinado sobre la puerta; vestía una playera gris, jeans negros con el cabello suelto.

— Si.... –respondí, comenzó a caminar hacia la reja y posicionándose a un lado de donde estaba-. Es la primera ocasión que compartimos un sueño.

— Cierto –reconoció, colocó sus manos en la barda-. Pensabas en el pasado, ¿no es verdad?

Suspiré.

— Trataba de hacerlo, pero siempre es lo mismo.... –respondí, bajé la mirada hacia el suelo-. Quisiera al menos recordar a nuestros padres, a mis hermanos...

— Mamá y papá te querían mucho –murmuró, le miré ver hacia el frente-. Cada noche entraban a tu recámara para leerte algún cuento. Eres igual a ella.

— ¿Cómo eran ellos? –pregunté, mi corazón deseaba saber al menos por palabras la descripción física de ellos.

Jason soltó un suspiro casi resignado, como sabiendo lo que estaba a punto de contarme traería varios recuerdos a su mente y mi estabilidad emocional.

— Eran las personas más amables y nobles que hubieras podido conocer –comenzó a decir-. Miraban por los demás, se preocupaban por los que les rodeaban y siempre trataban de ayudar cuando fuese o no necesario. Nuestro padre era alguien fuerte y dedicado a los suyos, un hombre justo en toda la extensión de la palabra: compartía momentos únicos con nosotros. –bajó la cabeza mientras un silencio se apoderó en el lugar, me di la vuelta para sentarme sobre el piso con la espalda en la barda, asimilando sus palabras-. Nuestra madre era un ángel. La persona más buena en el mundo... sin importar la situación, ella mantenía un positivismo enorme, siempre mirando por el bien de sus conocidos. Amaba la naturaleza, eso fue lo que trató de inculcarte.

— Ella nos quería.... –dije sin dudarlo. Sentí como Jason se sentaba a un lado.

— Siempre miró por nosotros, Nicole –habló-. No importa la situación que se presentaba, nos protegieron.

Un nudo se formó en mi garganta luego de escuchar sus palabras, de cierta manera lo enviaba pues él los recordaba al menos un poco, yo no tenía esos recuerdos. Siempre me había preguntado por qué debió pasar eso, el que, de cierto modo, arruinaron mi vida a tan corta edad.

Un par de lágrimas salieron de mis ojos las cuales me obligaron a despertar; me reincorporé sobre el colchón juntando mis piernas a la altura de mi pecho, abrazándome a mí misma con tal de tranquilizarme... un par de brazos me envolvieron de manera fuerte sin decir palabra alguna. Era la primera vez en meses que mis emociones tomaban control de mí y en el momento menos indicado salían a flote. En esta ocasión le ha tocado nuevamente a él. No debían ser más allá de las dos de la mañana, pero despertar a esas horas se ha vuelto una costumbre en mí.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora