Broken © (2da parte de Stalker Love)

Capítulo 28

Íbamos rumbo a casa luego de pasar una hora más en la escuela por precaución, nadie nos dijo que ocurría sin embargo las sirenas en las calles me dio un poco la idea...

Iba sentada entre Jason y Damián, quien me tomaba de la mano de manera firme. Mark iba en la parte de copiloto y uno de los guardaespaldas conducía de manera moderada por las calles desiertas; podía ver en sus ojos la seriedad de aquello, pero no me atreví a preguntar nada.

Al llegar nos hizo entrar a la sala, con él paseando de un lado a otro. Me irritaba aquella acción pues no decía nada, hasta luego de diez minutos.

— Hubo un atentado cerca del palacio –comenzó a decir-. Las autoridades se están haciendo cargo del asunto, pero los responsables se escaparon por la calle que conduce a la academia.

— ¿Esos bastardos? –preguntó Jason.

— Si –respondió-. Pero eso no es lo más grave.

— ¿De qué diablos hablas?

— De alguna manera han conseguido aliarse con un par de humanos para cometer dichos actos –habló con frialdad; le miramos incrédulos ante sus palabras-. Esto solo ha complicado las cosas, tanto en el mundo humano como en nuestra sociedad.

— No se había registrado una "alianza" con humanos desde hace siglos –continuó Rosell-. Si lo han hecho es para garantizar la inmortalidad y estar de su lado en la rebelión.

— Temo que es así es –habló Mark, observó el móvil y un atisbo de furia apareció en su mirada-. Y no hay necesidad de perder más vidas inocentes.

— ¿Pero qué se puede hacer? –pregunté, analicé la situación una y otra vez y estaba más que segura que era lo que Damián había dicho-. Aunque también...

— ¿Si?

— Han buscado humanos que hagan su trabajo –sugerí. Los tres me miraron-. Hacerles creer que les convertirán, y en cuanto no los necesiten más, matarlos.

— Lo que dices es una posibilidad más certera. No necesitan a "estorbos" en sus planes...

— Señor, le buscan en el consejo –dijo uno de los guardaespaldas que entró a la sala.

— Gracias –asintió, dirigió su mirada a nosotros-. Regresaré en un par de horas, por favor les pediré discreción en el asunto.

Los tres asentimos al momento que salió de la sala camino a su oficina para dar instrucciones a los guardines de estar alerta en caso de alguna emergencia; diez minutos después salió de la mansión con sus guardaespaldas de manera rápida y emprendieron camino hacia el consejo. Miré a ambos chicos con seriedad y a la vez con preocupación, ahora esto era una amenaza para ambas sociedades, y de ninguna manera nos podíamos quedar de cruzados.

— ¿A dónde vas? –cuestionó Jason al verme caminar por el pasillo.

— A mi habitación –respondí-. Necesito hablar con una persona.

Continué subiendo las escaleras de manera tranquilo y mil pensamientos en mente ante la situación que se estaba viviendo, poco me interesaba ahora mis notas... esto era de vida o muerte.

Alcancé la puerta la cual cerré de inmediato, me acerqué al pequeño escritorio y encendí la computadora sobre éste y en cuanto pude, no perdí un segundo en tratar de comunicarme con el líder de la mafia.

~Video llamada~

— Vaya... es un milagro que hayas convocado a una video llamada –dijo con su arrogancia de siempre, pero rápidamente cambió a uno de seriedad al ver mi expresión-. ¿Qué sucede ahora?