Capítulo 48

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Lo siguiente que escuché fueron golpes a la entrada de ese sitio, tratando de describir aquella puerta la cual terminó por ceder y a través del espejo miré a todo mundo: Mark, junto a algunos guardianes, Jason con el color blanco dominando sus pupilas... ¿Alma? Era peligroso que estuviese ahí pero no era el momento para una discusión; y Damián tenía su vista fija en mi reflejo. Mi respiración agitada y varias lagrimas inundando mi rostro. Sabía que vendrían...

— Ah, caballeros, y señorita; bienvenidos a mi casa de seguridad. –extendió los brazos a los lados, con ese tono arrogante-. No pensé que llegarían tan rápido.

— ¿Qué significa todo esto, joven Luján? –se adelantó Mark, sin quitar la mirada del chico.

— Solo me deshago de un gran estorbo para nuestra respetada sociedad. –responde de manera simple y sin culpa-. Es lo mejor para todos.

— Secuestraste a una menos de edad –contestó de manera seria, enfadado-. Y Dios sabe cuántos actos más...

— En verdad sientes lástima por esta desgraciada –rio, pasando una mano por mi cabello-. ¡Qué condescendiente!

— Por qué no sueltas a la chica –dijo-. Podemos llegar a un acuerdo.

— Tú y tus estúpidos acuerdos son los que me tienen harto –dirigió una mirada sombría a los presentes-. Mi grupo rebelión no te convenció lo suficiente como para abdicar tu lugar, pero espero hayas disfrutado en el continente.

Los ojos azules de Mark adquirieron un ligero rojo ante las confesiones de Luján, era tan cínico para volver a repetir dichas palabras ante el líder de la sociedad... y la expresión de Damián me lo decía todo.

— Tranquilo, Lars, no he bebido de ella... Aun. –sonrió cínico.

— Sabía que no podría venir nada bueno de ti, Luján –habló por primera vez-. Ella pertenece con nosotros.

— Ella y su hermano no tienen derecho de vivir –dijo, caminando unos pasos hacia ellos-. Nadie va a impedir que envíe a esos malditos al infierno.

— Suéltala, y pelea como hombre. –dijo Jason, no debía ni siquiera imaginar su semblante-. Ahora mismo pagarás por haber matado a nuestra familia.

— ¿Crees que me atemorizan tus amenazas, humano? –dejó caer cualquier sombra de su "buena personalidad"-. Después de todo lo que son capaces de hacer, no está en mis planes ser atrapado. Pero podrán celebrar los primeros minutos de dieciocho años de esta princesa.

La risa fue lo que perdió de un segundo a otro, cuando una bala rozó a centímetros de su rostro y lo distrajo por breves instantes, Damián se abalanzó hacia él repartiendo golpes sin detenerse... Aquello era un sentimiento que había esperado dese meses y que finalmente había explotado. Su pelea era demasiado igualada debido a la experiencia por la edad que tenían, pero su aspecto ocultaba. Sentí como las ataduras de mis manos cedieron y mis brazos desplomaron a mis costados, cansados luego de las horas que transcurrieron; mi mirada fue hacia el sujeto que estaba frente a mí.

— Lamento el retraso, pero me hice cargo de los demás en la parte trasera de la casa –dijo, su semblante era serio como pocas veces lo había visto.

— Gracias, Axel –le dije una vez que quité el pañuelo de mi boca, volví la vista hacia aquella pelea sin reconocer a ese muchacho...-. Ese infeliz me confesó cada cosa que ha hecho... Él fue quien envió golpearte cuando Mark te encontró esa noche.

— Sabía que fue un miembro de la realeza, pero no imaginaba que fueras tú, Luján –habló él, sus pupilas rojas completamente.

— Me habrían dado una buena recompensa por enviarte de nuevo con los tuyos –habló, quitando el polvo de su ropa-. Ella no es tu asunto, Rosell, ¿acaso no querías beber de ella como fuente...? –recibió un golpe en el pecho que lo envió hacia la pared del extremo de la habitación.

Broken © (2da parte de Stalker Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora