Eran alrededor de las siete quince de la mañana cuando desperté debido a cierto ruido que alguien hacía, giré la vista hacia aquel sujeto quien se encontraba de pie a lado de la cama... tenía el torso desnudo, tal parece que salía de la ducha y me miraba arrogante.
— Buenos días, cariño; apuesto que es el mejor amanecer que has tenido –dijo-. Sobre todo, con esta vista.
— Cierra la boca –desvié la mirada y me dispuse a levantarme, pero detuvo cualquier movimiento.
— Quién te permitió moverte de esta cama –volvió a hablar, me sostenía los brazos con firmeza-. Quita esa cara, preciosa, no es nada que no estés acostumbrada.
— ¡Qué estás haciendo, idiota...! –exclamé, sus pupilas se tornaron rojas-. Suéltame.
— Interrumpieron nuestra pelea aquella vez, pero hoy terminaré el trabajo.
— Tienes cinco segundos para quitarte de encima –le advertí, sin éxito en mis movimientos.
— Aseguro mi victoria, de nuevo –dijo seguro, y ahí fue donde me di cuenta.
Estaba inmovilizada. Maldito bastardo...
— Va contra las reglas utilizar habilidades –dije entredientes.
Rio.
— Las reglas no aplican en la mansión, querida –me dijo, inclinó su rostro hacia el mío-. Alguien como tú ya debería saberlo.
— Juegas muy sucio.... –arremetí.
— Eres presa fácil, niña –sus ojos me miraban fijamente, sin soltar mis brazos-. Puedes dejar de fingir.
— ¿Fingir?
— Realmente deseas que esté contigo –dijo en un tono tranquilo y lento.
— ¿Qué tonterías dices? –no dejaría que se metiera a mi mente-. No pediría eso...
— ¿Estás segura de eso? –dijo nuevamente en ese tono, su expresión se volvió un poco fría-. Permita que ayude con su baño, Mi Lady...
— S-sí, mi Lord.... –¿Qué? No. Esa no era yo diciendo eso. No quería. ¡Maldición!
— Resulta demasiado sencillo tomar ventaja con alguien que no tiene tu habilidad. –una nueva voz se escuchó, salí de aquel trance para mirar a Mark en el marco de la puerta. Negaba con la cabeza-. Pensé que había sido claro, joven Rosell.
— Nuestro combate se vio interrumpido el otro día –explicó-. Hoy fue el final.
Mark resopló, como si no le sorprendieran las acciones de aquel acosador.
— Bajen a desayunar. Ahora. –su tono fue un poco duro al decir la última parte de la oración.
Damián me soltó y me puse de pie de manera rápida, mi corazón palpitaba desenfrenado por lo ocurrido. Aquellos ojos me penetraban el alma, el cuerpo... ¡¿Qué cosas piensas, Nicole?! Es un pervertido, un acosador engreído.
"Tú único guardián..."
Me detuve al escuchar esa voz en mi mente... En meses recientes, aquella extraña sensación decía cosas que, de cierta forma, me tranquilizaban, sin embargo, no sabía aun a quién pertenece; lo único que sabía era que me traía paz, y nostalgia.
— ¿Todo bien, Nicole? –me preguntó el hombre.
— Si. Todo en orden, señor –respondí, y continué mi camino hacia el comedor.
Mark reprimiendo a Rosell y recordarle su posición únicamente me hizo en mi mente, disfrutaba de esa pequeña "victoria", luego de unos minutos de silencio nos miró.
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Broken © (2da parte de Stalker Love)
VampireAsegúrense de leer la primera parte de esta historia, «Stalker Love». No. Eso debía ser una equivocación... - Mark.... -aquel pensamiento se inició a hacer presente. - Madeleine y Sebastian Montenegro. -y entonces todo cobró sentido: las imágenes, l...