Cuando despierto me siento aprisionada por unos fuertes brazos, me muevo un poco para saber de quien se trata, pero obviamente es David, su cuerpo se encuentra demasiado cerca al mío, puedo sentir cierta parte de su anatomía muy despierta y me sonrojo. Sonrio como boba al saber que si había venido a dormir conmigo, ¡Dios mío! ya se me estaba pegando la bipolaridad de David, pero como no quería empezar el día de malas, simplemente le di un casto beso que él se encargó de convertir en muchos más de esos.
- Buenos días- salude un poco somnolienta.
- Buenos días Alexa- beso de nuevo mis labios- ¿qué hora es?- fregó sus ojos sin separarse de mi.
- Las seis treinta ¿por?- David dio un respingo saliendo de la cama a trompicones.
- ¡Mierda!, deberia estar en el aeropuerto- sentí una punzada al oír aquello pero seguí sonriendo para que no notara que me afectaba aquello.
- ¿A donde iras?- me senté en la cama viendo a David ir al armario y sacar uno de sus trajes.
- Alemania, no creo tardar más que unos días- se encogió de hombros- portate bien, por favor.
- Lo mismo digo- guiñe un ojo y sonrió- ahora si me permites, debo ducharme.
Él asintió, me quite el pijama, lo deje sobre el mueble de madera oscura que había allí, regule la temperatura del agua y empecé a lavar mi cuerpo, no me gustaba no tener mi teléfono porque la música mientras me duchaba era algo esencial. Tarde quince minutos duchandome y retocando un poco mi rostro, fui al armario y tomé unos jeans claros con una camisa negra holgada unas botas negras y me recogí el cabello. Al bajar, David ya estaba por terminar su desayuno.
- ¿Sabes? me gustan más las faldas y los vestidos- me sonroje un poco por su comentario.
- Señor Maestroni, no todas las veces le daré una recompensa- me senté a su lado mirándolo con una sonrisa tonta.
- Puede que no lo hagas, pero soy bastante persuasivo cuando quiero algo- me guiña un ojo y se levanta de la silla- y por si lo has olvidado, eres mía, puedo tomarte cuando lo desee.
- Ahora no puedes tomarme- pase saliva, un poco avivada por sus palabras- tienes que partir a tu vuelo- metí una tostada a mi boca, David tomó una pequeña maleta junto a él y besó mis labios.
- Por ahora no- volvió a besarme- pero no estaré fuera mucho tiempo- se despidió por otro rato y al fin se fue.
Me gustaba mucho esta faceta cariñosa de David.
(***)
La universidad iba bien, David sólo estuvo fuera por una semana y fue algo gratificante tener un poco de espacio.
Ya había pasado un mes desde que nos habiamos casado, Natalia seguía saliendo con Rodrigo, al parecer desde que él la invitó a salir se dieron cuenta de que había química. Durante ese mes David y yo aprovechamos cualquier oportunidad para tener sexo, el si que era bueno en eso, y yo no era que me resistiera mucho a eso, aunque debía admitir que su lado cariñoso era algo agradable de ver, poco a poco yo empezaba a sentir como mis sentimientos empezaban a traicionarme y parecía que él lo hiciera por mí, pero en realidad no lo sabía con exactitud.
- ¿No crees que el amor es lindo?- las palabras de Natalia me sacaron de mis pensamientos.
- Lo lindo es que hoy salimos de vacaciones, te llevas muy bien con Rodrigo ¿no es así?- mi amiga se sonrojo.
- Si- chillo emocionada- gracias por convencerlo para que me invitara, es un hombre encantador y ¿a ti?, ¿que tal te va con tu galán?- sorbió un poco de su café, me miró expectante pero no había mucho que decir.
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Matrimonio infernal.
RomancePor mis padres haría lo que fuera, incluso, casarme con aquel hombre de ojos verdes y sonrisa perfecta. Pero alto ahí, él no es mi caballero de resplandeciente armadura. Él es el caballero negro del cuál las damiselas escapan. Portada hecha por @dr...