Capítulo 15

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Hay días en los que desearías dejar de lado las cosas y volver a la vida de antes, donde todo era perfecto a comparación de ahora.

Aquella caja era mi perdición, aunque sabia que no podía volver al pasado y buscar entre los recuerdos de David tenia que hacerlo. No solo me entere de que aquella mujer era una drogadicta si no también de que ambos habían estado viviendo una relación enfermiza, cada foto y cada carta que había en esa maldita caja rondaba mi cabeza. Lo más importante y lo que no me dejaba tranquila era el hecho del ¿porque tenia todos esos recuerdos?, se supone que cuando algo nos hace daño tratamos de alejarlo o enterrarlo para que no nos siga dañando, pero al parecer el parecía haberle gustado todo aquel sufrimiento.

Habían pasado dos días desde que David partió a Múnich y en las noches antes de dormir hablaba un poco conmigo, me recordaba que me quería, trataba de no sonar nerviosa o incluso me contenía para no preguntarle nada respecto a lo que vi, y lo había logrado ya que no había sospechado nada de mi. Manuel me había invitado a salir y accedí realmente lo necesitaba, Natalia no llegaría hasta el martes y necesitaba desahogarme.

- Estas rara Alexa ¿que pasa?, desde que llegamos haz estado muy callada.

- Manuel ¿puedo confiar en ti?- mi amigo dejó de beber su malteada y asintió.

- Si has asesinado a alguien solo dime donde escondemos el cadáver- eso me hizo reír, Manuel era uno de esos pocos amigos en los que le podías decir lo que quisieras y el sin embargo jamás te juzgaría.

- Descubrí algo del pasado de David y no se si debo preguntarle o no, acerca de ello.

- Exactamente ¿qué descubriste?

- Veras- le di vueltas a mi café y sentí un gran nudo en la garganta, por una parte parecía que lo estuviera traicionando pero por otra parte necesitaba desahogarme- descubrí unas cartas con amenazas por parte de la antigua novia de él. fotos de ambos haciendo cosas que no quiero mencionar y entre otras cosas.

- Alexa, creo que deberías dejar todo como está y no revivir algo que no tiene importancia- sorbió lo poco que le quedaba de su malteada y con un ademán para que nos trajeran la cuenta se dirigió a mí- mira caramelito, se que eres demasiado curiosa pero es mejor que no indagues en algo que no importa ¿que tal si por curiosear se acaba la paz que hay entre ustedes?

- Losé Manuel pero lo que vi no me a dejado tranquila.

Seguimos hablando de lo mejor que me convenía hacer, hasta que me di cuenta de que era demasiado tarde y que había olvidado el móvil en casa. Manuel insistió en llevarme pero me negué no quería incomodarlo, además traía dinero en el bolso, tome un taxi que me llevo hasta casa y todo estaba igual, rosa al verme corrió hasta mi y me abrazo fuerte como creyendo que no estaba ahí.

- ¿Rosa, qué pasa?- le devolví el abrazo y ella con ojos llorosos me examino por completo.

- Señorita, es que han llamado a casa diciendo que usted había tenido un grave accidente y como no vino a casa en todo el día pensé que era cierto- la mujer se derrumbó en mis brazos y para calmarla la lleve a la cocina y le prepare una infusión.

- ¿Pero quién te a dicho eso mujer?- me senté a su lado, acariciando su cabellera negra le susurre- tranquila estoy aquí no me a pasado nada seguro era una broma para alarmarte y que David lo hiciera, por cierto ¿no lo habrás llamado?

Asintió y de una vez corrí a mi cuarto, busqué mi teléfono, al encontrarlo tenía más de veinte llamadas de él y otras de Natalia y madre, marque de inmediato el número de mi madre y la tranquilice un poco después llame a Natalia e hice lo mismo, llame a Manuel para preguntarle cómo había llegado a casa, esto no era normal ¿quien seria capaz de hacer ese tipo de bromas?.

Cuando ya me sentí más calmada llame a David pero no me cogió el teléfono, me inquiete bastante y no sabia que hacer me metí a la ducha y me di un baño pero nada, decidí dormir un poco y después de una hora tratando de hacerlo lo logre.

- ¡¿Dónde está?!

- señor, ella está en su cuarto. Está bien.

Trate de abrir mis ojos pero me dolía la cabeza horrores así que mejor quise seguir durmiendo, escuche como la puerta se abrió pero no quise mirar quien era así que seguí tratando de dormir.

Desperté cerca de las dos de la tarde y me alarme demasiado, jamás había dormido hasta esta hora, traté de incorporarme pero no pude, unos brazos a mi alrededor me presionaban el estómago, al voltearme me di cuenta que era David quien lo hacía. Me quedé mirándolo un tiempo hasta que abrió esos preciosos ojos verdes que me tenían tan hechizada.

- Cariño casi muero de un infarto cuando rosa me llamó y me dio aquella noticia- acarició mis mejillas con sus dedos, para tranquilizarlo le di mi mejor sonrisa.

- Tranquilo aquí estoy, no me paso nada- lo abracé con fuerza y le di un beso en la punta de la nariz- pero me parece muy raro todo esto.

- Yo se quien lo hizo cariño, ya lo solucione tranquilizate.

El resto del día me la pase junto a él, no se despego de mi ni un solo momento y lo agradecí, hablar con Manuel me había abierto una perspectiva diferente, sin embargo la duda, los nervios de que aquello lograran opacar nuestra relación no me dejaba tranquila. Le sugerí caminar por la propiedad cuando la noche por fin había caído y para mi sorpresa aceptó, me gustaba este nuevo David.

(***)

Algunos correos anónimos en mi cuenta personal lograron asustarme, habían fotos de nosotros en un café al que habíamos ido algunos días atrás, en nuestra habitación abrazados, o incluso fotos mías yendo a casa de mi madre. No me calle ni lo guarde para mi, inmediatamente se lo dije a David, quien con sus hombres de seguridad intentaron localizar a la persona que los estaba enviando, mi amiga había vuelto y saber aquello la ponía de los nervios.

Manuel había hecho de sus visitas algo constante para no dejarme sola mientras David trabajaba, pensé que le iba a disgustar aquello pero David incluso le sugirió quedarse algunas noches en las que su visita se alargaba pero mi amigo negaba. En una de esas noches, cuando manuel salía logre escuchar el nombre de aquella mujer y no pude contener, lo enfrente en su despacho, lo tome de una de las mangas de su camisa y una sola pregunta, la que más rondaba en mi cabeza abandonó, mis labios.

- ¿Por qué tienes cartas con amenazas por parte de Scarlet?- David se soltó de mi agarre y me miró furioso yo me incorpore temiendo de mi integridad física, busque por toda la habitación un posible escape pero no funcionó David estaba frente a mí agarrándome por los brazos.

Gracias por sus votos me animan a seguir escribiendo.

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora