Matrimonio infernal.

Capitulo 7

Los días siguientes todo seguía igual, las clases no iban nada bien, yo estaba muy distraída, unas cuantas veces Natalia me golpeo fuerte porque me preguntaba algo y yo no le respondía. Rodrigo entró por la puerta indicando que me necesitaba urgente y aunque mi profesora de anatomía no quería dejarme salir lo permitió por solo cinco minutos.

- ¿Qué pasa? - él se veía bastante preocupado.

- El señor Maestroni necesita hablar seriamente con usted- por un momento vi un poco de compasión en su mirada- aquí tiene mi teléfono.

- Hola- salude tímida.

- Se puede saber ¿quién mierda es Agustín y porque te ha llamado tantas veces a tu teléfono?, o peor aún ¿quién mierda son todos los malditos contactos que tienes?, todos son hombres, maldita sea- su voz estaba comenzando a asustarme.

- Yo lo puedo explicar ¿podemos hablar cuando salga? Estoy en clase y la maestra solo me dio unos minutos- mi voz sonó tan baja que temí que no me hubiese escuchado.

- Por supuesto que quiero una buena explicación, esto no me gusta Alexa- la mirada de Rodrigo era un poco apenada, él ya sabía cómo era el carácter de su jefe.

- Adiós- me despedí.

Él me dijo adiós y le devolví el teléfono a Rodrigo quien volvió a mirarme con un poco de compasión, le di una pequeña sonrisa y se marchó, entre a clase, apenas me senté Natalia me atacó con preguntas sobre ¿quién era el hombre que había venido a buscarme? si tenía novia o era casado, yo solo le podía decir que luego le contaría.

Las clases que faltaban pasaron volando y una bola de emociones creció en mi vientre, no sabía a qué atenerme con David, sus cambios de humor eran demasiado repentinos, y por el tono que usó conmigo al hablar sabía que estaba más que enojado. Rodrigo abrió mi puerta para después rodear el auto y ponerlo en marcha. Al llegar mi vientre volvió a dar un vuelco.

- ¿Puedo preguntarte algo? - dije antes de bajarme del auto.

- Claro, lo que deseé- me regalo una sonrisa

- ¿Qué edad tiene?

- veintisiete- contestó un poco tímido.

Seguí sonsacando información para mi amiga, cosa que en realidad no me costaba porque Rodrigo cooperaba bastante respondiendo a cada una de mis preguntas, y en realidad no estaba postergando mi charla con David. Desde que había conocido a Austin, mi vinculo de amigos se cerró bastante, solo me quede con Manuel y Natalia quienes siempre estaban ahí para mí.

Una vez terminada nuestra conversación y de unas cuantas llamadas al teléfono de Rodrigo por parte de David, incite a quien yo reconocía como un nuevo amigo que invitara a salir a mi mejor amiga.

- Alexa no creo que sea conveniente- quise gritarle que sí, que, si lo era, pero mejor me calle.

- ¿Por qué no? - mi voz sonó desilusionada.

- No creo poder tener mucho tiempo para ella- agachó su cabeza.

- Vamos solo inténtalo yo convenceré a David para que puedan salir- dije emocionada.

- Esta bien- volvió a sonreír.

le di mi mejor sonrisa y salí del auto, solo avanzar unos cuantos pasos, David ya estaba en la puerta esperándome, como lo supuse su ceño estaba fruncido y su rostro en realidad no parecía agradable.

- A mi despacho- ¡vaya!, no pude evitar la sorpresa en mi rostro al escuchar su voz calmada.

- Por supuesto su majestad- intente sonreír.