Matrimonio infernal.

Cambiando pañales

David

- ¡David arriba!- Alexa grita muy cerca de mi oído haciéndome pegar un respingo.

- Cariño cinco minutos más- vuelvo a hacerme un ovillo en la cama.

- No David, llamaron de la clínica para algo importante y tengo que ir- la escucho salir de la habitación, luego pone a Thaliss sobre la cama y se sienta a mi lado- te quedarás con los niños.

-¡¿Qué?!- ahora si me levante de la cama.

- Que te quedaras con los niños, cariño- beso mis labios castamente- serán solo por unas horas, los gemelos y Leonard duermen, Thaliss ya está cambiada.

Esto no estaba pasando, no podía cuidar de los niños por mi cuenta, no sabía cómo hacerlo, o sea podía cuidar de Leonard y los gemelos, pero Thaliss solo tenía seis meses, en ese tiempo solo había cambiado su pañal unas cinco veces, pues Alexa siempre la tenía en sus brazos o ella simplemente dormía. Podía apostar que mi cara era de completo pánico. Una idea asombrosa se vino a mi mente, llamaría a mi madre y le pediría ayuda.

- Ni siquiera se te ocurra David Maestroni- Alexa me acusa con su dedo- tu madre va a estar ocupada haciéndome un favor, por lo tanto hoy es tu día con los niños, confió en que lo harás bien- besa mi mejilla, luego hace lo mismo con Thaliss- adiós, te amo.

- Adiós- la atraigo hacia mí y la beso como se debe- también te amo.

Después de unos segundos escucho la puerta abrirse y cerrarse, me quedo mirando a mi hija y vuelvo a entrar en pánico. ¿Qué tal si no lo hago bien?, borro ese pensamiento y decido acurrucarme a su lado un poco más, después de todo ya está limpia.

(***)

Un fuerte llanto hace que me despierte, me giro hacia el lado derecho y me encuentro a mi princesa llorando tan fuerte como si su vida dependiera de ello. Me levanto todavía adormilado y la tomo entre mis brazos, voy hacia su habitación, enciendo el calentador de biberones, para luego sacar un poco de leche del pequeño mini bar que fue convertido en mini biberones por Alexa. Pongo a calentar un poco la leche y luego de unos segundos la tomo comprobando que esté a una buena temperatura.

- Papi mi helmanita llola mucho- me giro para encontrarme con Marcus fregando sus ojos en la puerta de la habitación de Thaliss.

- Es lo que hacen los bebés- respondo- despierta a tus hermanos y diles que se preparen para bañarlos.

Marcus asiente y se va corriendo a despertar a sus hermanos, mientras tanto me encargo de Thaliss quien come desesperada su biberón, se parece mucho a Leonard, siempre comiendo como un cerdito incluso cuando estaban llenos. Lo que nunca he podido entender es ¿Por qué se llenan con aquella leche?, la he probado muchas veces de los pechos de Alexa y es demasiado insípida, no entiendo cómo puede gustarles o llenarles ese simple líquido. Algún día le preguntaré a Alexa.

Después de que se tome todo su biberón la pongo sobre mi hombro para expulsar sus gases, la oigo soltar tres pequeños eructos y no puedo evitar sonreír, la dejo sobre su cuna de madera oscura, enciendo su movible, este emite una hermosa melodía y espero que duerma un poco para poder ocuparme de sus hermanos, a penas veo como sus ojos empiezan a cerrarse tomo uno de los woki toki para estar al pendiente. Voy hasta la habitación de los gemelos, ambos se encuentran despiertos, los llevo hasta su baño y procedo a limpiarlos, pero esto es más difícil de lo que creía.

- Geordi dale ese juguete a tu hermano- bufo.

- ¡Es mío!- grita dejándome casi sordo, Marcus golpea el agua mojando todo mi torso por lo que tengo que quitarme la camisa.

- papi ¿Pol que tienes cuadlitos en tu panza?- Marcus toca mis abdominales, luego Geordi se acerca a hacer lo mismo.

- Porque hago ejercicio- sonrió cuando vuelve a pasar sus manos sobre ellos, tomo un poco de shampoo y lo aplico sobre sus cabezas, Geordi ahora juega con un poco de espuma, veo como se mete un poco a su boca para hacer burbujas y Marcus sigue a su hermano.