Capitulo 34

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Dos semanas después....

Los días se me habían hecho eternos, redecorar la casa no había sido tan fácil como creía, a eso pueden sumarle el cansancio que sentía por buscar las cosas de Leonard junto a Natalia y mi madre. David por otro lado estaba demasiado ocupado arreglando los asuntos de su empresa y la de su abuelo que había pasado a manos de él legalmente.

Termine de acomodar los detalles en la sala de estar y me deje caer al sillón color chocolate que había comprado, me sentía satisfecha con todo lo que había hecho estas semanas, la casa ya no estaba tan fría, ahora tenía colores cálidos que provocaban el sentimiento de un verdadero hogar.

- ¡Cariño llegué!- cerré mis ojos esperando a que llegase a mi lado, su perfume invadió mis fosas, sentí sus labios presionar con los míos y sonreí.

- Te extrañe mucho- David se acomodo junto a mi, me acurruque en su pecho suspirando con cansancio- además estoy muy agotada.

- Ven aquí, cielo- me apretujo más en sus brazos, acarició mi cabello de forma dulce tal y como lo había hecho algunas noches atrás- te dije que debimos haber contratado alguien para que te ayudará.

- No voy a darte la razón- río por lo bajo, sentía que estaba apunto de quedarme dormida pero antes de eso David habló.

- Mañana tenemos una gala- levante mi rostro para verlo- si no quieres ir pode...

- Quiero ir- interrumpi lo que iba a decir- pero por ahora quiero ir a dormir-asintió con una sonrisa.

Me levanté para ir a nuestra habitación pero sus brazos me atraparon, no me queje, estaba demasiado cansada, lo único que quería era llegar a la cama y descansar como venía deseandolo estos últimos días.

(***)

Me sobresalte al sentir de nuevo una punzada de dolor en mi pecho, tenía un mal presentimiento pero no sabía si prestarle atención o dejarlo pasar, ese sueño venía repitiéndose hace varias noches sin embargo no quería preocupar a David con cosas que no iban a suceder.

Fui hasta el baño para hacer mis necesidades, al volver David estaba sentado en el borde de la cama con su vista fija en mí, le regale una sonrisa para tranquilizarlo, que supiera que todo estaba bien sin embargo el no me la devolvió.

- ¿Que es lo que te atormenta?- me tense por su pregunta pero me negué encogiendome de hombros- Alexa te has levantado las últimas cuatro noches a la misma hora.

- Son solo pesadillas David, ademas el embarazo me provoca ir muchas veces al baño- dije sin interés.

- Ya me lo contaras- bufó- ven y descansa- abrió las sabanas para que me acostara a su lado, envolviendonos a ambos con ella y abrazándome.

(***)

Una limusina blanca estaba estacionada frente a nuestra casa, David se acercó a mí con su impecable traje negro, camisa de vestir blanca, corbata roja para combinar con mi vestido y zapatos relucientes, Mi atuendo se trataba de un vestido largo en color rojo con mangas largas, tenia un lindo escote en V, que me había encantado desde el momento en que lo ví y lo puse sobre mi cuerpo ajustándose a el de forma perfecta, llevaba algo de brillo en la parte superior y en su falda se distribuía en finas lineas.

- Te vez preciosa- gire sobre mis talones con una sonrisa.

- Gracias, tu también estas muy guapo- negó y beso el dorso de mi mano, antes de abrirme la puerta de la limusina.

Una vez en el auto, el hombre que sería nuestro chofer emprendió la marcha para llevarnos a donde se suponía sería la gala, estaba un poco nerviosa, llevaba mucho tiempo sin ir a una fiesta y menos a una tan elegante, David apretó mi mano brindando de esa forma tranquilidad.

Apenas la limusina se detuvo los reporteros se amontonaron frente a nuestra puerta, bajamos como pudimos pero poco pudimos caminar sin ser interrumpidos por sus preguntas.

- ¡Señora Maestroni ¿cuantas semanas de gestación tiene?!

- ¿Es niña o niño el heredero de la familia Maestroni?

- Se rumora que la señorita Montesano le fue infiel con su antiguo ex novio, y ese hijo es suyo ¿se hará cargo de un bebé que no vino de usted?

Muy mala pregunta, David se detuvo, tenso su mandíbula al igual que los músculos de su cuerpo. El miedo invadió mi cuerpo al pensar que era lo que iba a responder, sin embargo él me regalo una sonrisa dulce y se volteo para responder.

- No entiendo de dónde han sacado tan absurdos rumores, hasta donde mi conocimiento llega, ningún medio sabía la noticia del embarazo de mi esposa- note el nerviosismo en algunos de ellos que empezaron a retirarse- sería una total pena que yo, "un hombre que se hace cargo de niños ajenos" decidiera interponer una demanda por calumnia- se refirió al único hombre que había en la multitud quien trago fuerte por su amenaza.

Solté el aire que estaba reteniendo, David me sonrió con suficiencia y no pude evitar reír por la postura que había adquirido.

- ¿Qué fue eso?- seguí riendo.

- Nadie se mete con mi esposa y menos con MI hijo- tomó mi rostro con delicadeza y me beso.

Ya en la entrada un fotógrafo nos hizo detener para tomarnos una foto, David rodeo mi cintura, yo hice lo mismo con la suya y ambos sonreímos al fotógrafo que quedó encantado haciéndonos más fotos, la mayoría de ellas enfocando mi vientre que se alcanzaba a resaltar solo un poco.

Nos llevaron a nuestra mesa, antes de que la velada diera comienzo, un hombre de baja estatura con algunos kilos de más, abrió la gala con su discurso que por poco y llega hacerme dormir. Los demás empresarios que se habían reunido igual dieron los suyos, siendo estos un poco más interesantes y cortos, después de la deliciosa cena, de la cual disfruté un montón llego el turno de David, me levante orgullosa de mi asiento para darle un beso.

- Agradezco su invitación y de la presencia de las personas que se encuentran hoy en este lugar, es gratificante, pero también un poco triste estar aquí representando a mi abuelo que por tantos años se esmero y forjó el imperio que conocen hasta el día de hoy, me siento realmente orgulloso del legado que ha dejado en la tierra...- siguió hablando por mas tiempo sobre las nuevas propuestas y los nuevos socios que tendría hasta que llegó a lo último de su discurso- por último, pero no menos importante quiero agradecer a mi esposa Alexandra, por brindarme su apoyo y estar conmigo en los momentos mas complicados de mi vida, pero sobre todo por darme el privilegio y la mayor alegría de ser padre.

Todos a nuestro alrededor estallaron en aplausos, las personas que estaban en nuestra mesa se acercaron para felicitarme y darme sus buenos deseos por mi embarazo. David llegó hasta mí con esa sonrisa que tanto me gustaba y plantó un suave beso en mis labios.

El resto de la noche transcurrió tranquila, pero como siempre el cansancio me venció, la limusina que nos había traído nos llevó de vuelta a casa, e igual que la noche anterior David me llevó en brazos hasta nuestra habitación me desnudo y me llevó hasta el baño para lavarnos a ambos. Media hora mas tarde ya tenía mi pijama, él se encontraba con sus pantalones de chándal y torso desnudó.

- Creó que ya no quiero dormir- mordí mi labio inferior, el sonrió con malicia.

- Entonces, divirtamonos un rato.

Reí y abrí mis piernas para él, esta noche si que había sido muy interesante.



Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora