Capítulo 17

80.9K 4.8K 103
                                    

Aún no podía creer que estaba embarazada, sinceramente todo esto era una completa locura, quería ser madre, lo había soñado en su momento pero no estaba en mis planes que fuera tan pronto, claro que ya no podía hacer nada más que amar y proteger a mi bebe. 

En la tarde Rodrigo llegó a mi casa junto a Natalia y miro algo extrañado la casita en la que me estaba quedando temporalmente, quise reír por sus caras cada vez que les mostraba las habitaciones de mi nuevo hogar, la verdad es que para ser una casa pequeña tenía lo necesario, cocina integral, dos habitaciones con baños, una pequeña sala de estar, un pequeño cuarto de lavado y un lindo jardin con algunas flores.

- ¿Que quieres contarnos?- Natalia estaba un poco emocionada, supuse que algo tenía en mente.

- Estoy embarazada- lo solté de golpe, me fijé en la cara de mis dos amigos sin saber si reír o darles una bofetada por las caras de idiotas que tenían ambos.

- ¡Voy a ser tía!- saltó mi amiga y se sentó a mi lado tocando mi vientre- hola pequeño embrioncito, soy tu tía Natalia, espero que seas una niña para llevarte de compras por toda Italia.

- ¿David lo sabe?- negué- debes decírselo- quise girarle los ojos a Rodrigo.

- Por eso te llamé, quiero que le des esto- le tendí una carta que había escrito en la madrugada para encontrarnos en un café que había cerca a la universidad, no me sentía con ganas de oír su voz... todavía- por favor aún no le digas donde vivo.

Rodrigo asintió, ambos me mimaron y hablaron con mi plano vientre, me sentí muy extraña por tanta atención. Esto era muy lindo pero al mismo tiempo aterrador, tenía miedo por los cambios que experimentaría mi cuerpo, las personas a mi alrededor pero estaba tan feliz porque el ser madre era una experiencia maravillosa o esa era lo que me había dicho mi madre.

(***)

Mis manos temblaban y sudaban al mismo tiempo en el que le daba vueltas a mi malteada de arándanos, había llegado media hora antes al lugar acordado, solo lo hice porque los nervios me comían y no sabía cómo controlarlos, después de varias respiraciones y de comerme un trozo de pastel de zanahoria los nervios disminuyeron pensé en si decirle la noticia de una vez o primero sacar algún tema de conversación para aligerar el ambiente pero no logre decidir porque la puerta emitió el sonido de unas campanas anunciando la llegada de alguien.

Unos ojos verdes me atraparon en lo más profundo, como siempre él y su impecable traje estaba parado en la entrada de aquel café, alejé mi mirada pues los nervios volvieron con mayor intensidad, tome lo poco que quedaba de mi malteada, sintiéndome pequeña al verlo frente a mi tan guapo, la ultima vez tenia un aspecto de vagabundo pero a pesar de ello seguía viéndose atractivo, pero ahora que se había quitado la barba y bajo sus ojos no habían aquellas bolsas negras su aspecto era mucho mejor.

Tomó asiento frente a mi, analizando mi rostro y torciendo sus labios en cuanto vio las ojeras que de a poco se iban formando debido a las pocas horas que había dormido el día de ayer. La semana de exámenes estaba pronta y yo necesitaba culminar este semestre a como diera lugar, aunque las nauseas y vómitos habían empezado a aparecer con más claridad. Aclare mi garganta para que dijera algo, me ponía demasiado nerviosa tenerlo tan cerca y que me observara de esa forma.

- Antes que nada quiero pedirte disculpas, jamás debí haberte sacado de mi vida- en ningún momento sus ojos abandonaron los míos lo que me dio a entender que sus palabras eran sinceras, o eso quería creer- ¿Por que me mandaste llamar?, ¿estas bien?

- Estoy perfectamente bien, gracias por preocuparte- mi voz salió más dura de lo que pretendía pero era mejor así que sonar débil- tengo algo muy importante que comentarte, y quiero que sepas que si no tengo tu apoyo no te haré partícipe.

- Alexa, me estas asustando ¿Que pasa?- frunció el ceño, tome varias bocanadas de aire. Necesitaba llenarme de valor.

- Estoy embarazada- le tendí un sobre con el test de embarazo que me había hecho en la mañana y las pruebas de sangre que me había hecho el médico el sábado.

De nuevo no supe si reír o darle una bofetada por la cara que tenía, ¿acaso todos iban a tener la misma reacción? el miedo se había ido de mi cuerpo, ahora lo único que sentía era ilusión, si David decía que no quería hacer parte de la vida de mi bebe yo misma me encargaría de tramitar el divorcio e irme lejos para que no tuviera ningún contacto con nosotros, pero si me decía que si, tendría que luchar esta vez por tenernos a su lado.

Chasquee mis dedos para llamar su atención, me di cuenta de que sus ojos estaban llenos de lágrimas.

- Voy a tener un hijo- dijo entusiasmado- ¿esto no es una broma cruel verdad?

- No, habló enserio- mis ojos también se llenaron de lágrimas pero yo si me permití derramarlas- un bebé no estaba en mis planes, mucho menos que fuera tuyo- sabía que mis palabras le caerían como un balde de agua fría pero una pequeña parte de mi realmente quería que sintiera un poco del dolor que yo sentí a su rechazo- pero desde que supe que lo llevaba en mi vientre lo amo y daré hasta lo imposible porque esté a nuestro lado.

David se levantó de su asiento, para mi sorpresa me rodeó con sus brazos las lágrimas salieron de mis ojos como cataratas, movió sus manos hasta mi espalda y trazó varios círculos para tranquilizarme,pues mi cuerpo tenia espasmos debido al llanto, también trato de alejarse pero no lo permití, me aferre más a sus brazos y seguí sollozando, esto era lo que necesitaba, estar entre los brazos del hombre que había puesto mi mundo de cabeza.

- Vuelve a nuestra casa, vuelve a mi- susurro en mi oído.

- No, esta vez las cosas serán a mi manera- se separo de mi tan rápido, haciendo que la mesa se tambaleara me observó desconcertado.

- ¿De qué hablas?

- Hablo, de que esta vez seré yo la que ponga las condiciones para que obtengas lo que quieres.

- No digas tonterías- gritó molesto- ¿Qué quieres que haga? Haré todo lo que este en mis manos para tenerlos.

- Quiero que volvamos a empezar- sus músculos se relajaron y soltó el aire que retenía- pero esta vez tú tendrás que ganarme y tratarme como me merezco.

- Cariño, por ti vendería mi alma al diablo- trato de besarme pero me aleje.

- Tienes que aprender a ganarte las cosas y por ahora no te las mereces, has sido muy cruel conmigo- asintió enojado pero de igual forma me abrazó.

Cuando ya no había mas tema que discutir decidimos irnos, David quiso llevarme para saber donde era mi nuevo hogar pero me negué, lo que nos llevó a discutir de nuevo, pero de todas formas sabía que esto sería algo constante entre nosotros. Cuando llegué a casa Austin me esperaba afuera de ella, hablamos un tiempo pero no quería que estuviera rondando mucho a mi alrededor. Al quedarme sola comí algo saludable, me di un baño relajante en el que en todo momento toque mi vientre para brindarle también tranquilidad a mi bebito.

- Te prometo darte la familia que mereces- susurré acariciando mi vientre- pero primero papá tendrá que pagar todas las lágrimas que nos hizo derramar.

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora