Matrimonio infernal.

Por el resto de mi vida

Estar sentada a la orilla de la playa con Thaliss, mientras David juega con los niños en la arena, son sin duda las mejores vacaciones que he podido haber tenido en años. Ahora que tengo cuatro hermosos hijos puedo sentir que mi vida por fin esta completa, David se ha encargado de hacerme feliz durante este tiempo, ha habido discusiones y en varias de ellas he querido renunciar a todo pero luego recuerdo por todo lo que hemos pasado para estar en esta situación y lo olvido. La mayoría de esas discusiones son el exceso de trabajo de David, hay días en los que prefiere quedarse en la oficina y sin duda no estoy de acuerdo.

Es por eso que organizó este viaje. Recuerdo que llegue a casa y toda ella estaba iluminada por los farolillos de nuestra cita, había también unos cuantos pétalos por el suelo y nuestra cena estaba sobre la cama, después de entregarnos el uno al otro, me dio la gran noticia de que vendríamos de nuevo a Nueva Zelanda. La última vez que estuvimos aquí, nada término bien, por eso quiso remediar el daño y brindarnos más de su tiempo por estas tres semanas.

- ¿Cariño no vienes?- los años han hecho maravillas con el cuerpo de David, no sé si estoy muy enamorada o sin duda David se ve más guapo con el pasar del tiempo.

- No, me quedare un rato mas- Thaliss hace pequeños ruiditos y David sonríe.

- Bien, ¡te amo!- grita cuando se ha alejado bastante, no puedo evitar sonrojarme pues algunas parejas se nos quedan viendo.

Estos últimos días ha estado actuando muy extraño, es un poco distante y a veces prefiere salir a pasear solo con los niños, en algunas de esas escapadas se lleva consigo a Thaliss y me deja totalmente sola. No desconfió para nada de él, a veces yo también quiero mi espacio. Me levanto de la arena y Thaliss protesta, la he sacado del agua, su lugar favorito en el mundo aparte de los brazos de su padre, donde siempre se queda dormida. Tomo el bolso de playa que he convertido en pañalera por si Thaliss decidía hacer una de las suyas, pongo mis gafas de sol en su lugar, le pongo un pequeño gorrito a mi bebe y ambas nos vamos a la habitación.

Al pasar por el living del hotel veo a David y los niños, pero no están solos, una rubia de grandes pechos está tomando el brazo de David de una manera que no me agrada, a él eso no parece importarle y eso no me está gustando para nada, siento mis mejillas calientes.

Estoy demasiado enojada, no porque la rubia sea más bonita que yo o porque le este agarrando el brazo de esa manera, sino, porque David no está haciendo nada para impedírselo. Voy casi corriendo al elevador y pulso el botón del penúltimo piso, Thaliss se remueve en mis brazos como si estuviera entendiendo lo que me pasa.

Dejo las cosas sobre uno de los sillones y me meto con Thaliss a la bañera, después de un rato escucho la puerta abrirse, los gritos de los niños tampoco se hacen esperar, hago oídos sordos, sigo lavando el cabello de mi bebe cuando la puerta se abre dejándome ver la figura de David.

- Fui a buscarte a la playa y no estabas- el besa la comisura de mis labios, pero me alejo- ¿Qué pasa cariño?

- Nada, ¿puedes salir?- lo escucho bufar pero no me giro.

- ¿Qué es lo que te pasa Alexa?, hace un rato estábamos bien.

- Oh no lose, ¿tal vez sea que te vi hablando con una rubia con pechos de sandia?- su risa no se hace esperar, esta vez si me giro y lo fulmino con la mirada- vete David.

La puerta se cierra pero aun puedo escuchar la risa de David, cosa que me enoja mucho mas, saco a Thaliss de la tina y la llevo a la habitación, tomo un vestido de puntitos azul con blanco y se lo pongo junto a unas bailarinas blancas, los niños se acercan y se suben a la cama junto a Thaliss, David vuelve a hacer su aparición y dejo a Thaliss en sus brazos. Estoy un poco cansada y ya que David quiso pasarse de listo coqueteando con esa rubia, lo dejare que cuide de los niños mientras duermo un rato.