Capitulo 23

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- Sólo dígame, ¿que le sucedió?- la voz de David se escuchaba lejana, un pitido en mis oídos me hizo remover, no podía abrir mis ojos, se sentían pesados pero podía sentir las manos de David tomando las mías.

- Tuvo un ataque de pánico- empecé a parpadear muy rápido, tratando de acostumbrarme a la luz en la habitación- Alexa, te dije que debías descansar.

- Lo intente- trato de justificarme pero no hay excusa que valga- pero ver a mi esposo pelear con mi ex novio y no poder hacer nada no fue grato- David aprieta más mi mano, deja un casto beso sobre mi frente que hace al doctor mirarnos de forma tierna.

No había estado inconsciente por mucho tiempo, pero  el doctor William estaba algo enojado pues había dialogado conmigo sobre estas cosas en repetidas ocasiones, también porque era una persona cercana a la familia y no quería que nada malo me sucediera. Antes de dejarme ir me advirtió no tentar a la suerte con mi embarazo ya que en los primeros meses era más probable tener un aborto.

Los planes para ir a cenar se descartaron, tuvimos que volver a casa para pedir la cena desde allí. Me sorprendí bastante cuando note que no habíamos ido a mi casa sino a la suya, no dije nada, la verdad es que si volvía a pedirme que viviera con el lo haría, eso traería mayor tranquilidad y me sentiría más acompañada.

- Alexa ,estoy siendo demasiado paciente contigo, pero quiero que me digas la verdad- lo mire desconcertada, su frente descansaba en el volante y sus manos estaban apretadas a los costados de este- se todo, solo quiero oírlo de tus labios.

- No sé de qué me hablas- David suspiro, empezó a contar hasta diez pero eso no pareció calmarlo, le disgusto a un más y abrió la puerta del auto.

- Alexa, por favor- suspire con derrota, sabía bien a lo que se refería solo que no quería contárselo.

- Tu ex novia psicópata me ha estado amenazando- lo observe por un un momento pero el seguía mirando al frente- hace cuatro semanas ella fue hasta casa, me hizo una muy mala visita que causó que tuviera ese sangrado- esta vez sus ojos me observaron molestos.

- ¡¿Qué?!- se bajó del auto dando un fuerte portazo, por instinto lo seguí, fue hasta uno de los postes de mármol dándole un pequeño golpe mientras maldecía por lo bajo.

- David ¿que pasa?- me acerque a él con cautela, me enredó en sus brazos de forma posesiva no entendía porque lo hacia pero solo lo deje hacerme- quiero vivir de nuevo contigo.

- Te iba a traer de todas formas aquí después de lo que dijiste- me aleje de su lado, su expresión reflejaba angustia y miedo.

- David, por favor dime que es lo que pasa.

- Necesito tenerte cerca- negué.

Entre a la casa sin importar que me siguiera o no, algo estaba pasando pero el no quería decirme. Me acerque hasta la cocina y abracé a Rosita por la espalda, ella se sobresaltó al verme pero de igual forma me correspondió al abrazo, David llegó hasta mí tomándome de la cintura, al vernos de esa forma rosita nos sonrió y se ofreció a hacernos la cena, ninguno de los dos protesto. Tuvimos una larga charla que no involucro a ninguno de nuestros ex; una vez terminada la cena, me llevó en brazos hasta nuestra habitación  para poder descansar.

Antes de acostarnos David ordenó que trajeran mi auto y las cosas que habian en mi casa.

(****)

Veinticuatro de diciembre.

Ya llevaba aproximadamente dos semanas viviendo de nuevo con David y debía admitir que eran las dos mejores semanas de mi vida, estaba siendo demasiado atento conmigo, hasta dejo de ir a trabajar por casi cinco días solo por ver como mi apetito aumentaba, mi estomago seguía pareciendo inflamado ya que solo tenia unos cuantos centímetros de más pero que con camisas holgadas no se veía.

Nos dirigimos a casa de sus padres con una tranquilidad increíble, había aceptado pasar la nochebuena junto a su familia por lo que el tenía que pasar la nochevieja junto a mi familia. Tenía un vestido holgado con la espalda descubierta de color gris junto a unos tacones negros, me había dejado el cabello suelto con unas cuantas ondas. David tenía un pantalón de vestir negro junto a una camisa de cuadros blanco con negro, un blazer color crema y unos derby color café.

Al llegar me di cuenta del cambio de su madre me fije bien que el día de la boda sus actitudes eran muy diferentes, algo así como distantes pero ahora todo era diferente, ella lo abrazaba con efusividad pareciera como si temiera que lo que estaba haciendo no era real. Deje de prestarle importancia aquello y fui a saludar a su padre, este al verme toco mi vientre, me dijo todas las cosas que haría con el primer nieto que le daríamos por lo que me asuste, yo no pensaba volver a tener hijos ni loca.

- Cariño ¿estás bien?- preguntó David tendiendome un plato de ensalada.

- Entiendo que estoy gorda- le di una pequeña sonrisa- pero tu hijo y yo morimos por probar ese lomo en salsa de ciruelas- David soltó una sonora carcajada llamando la atención de sus padres que se nos unieron.

Cerca de las diez más familiares llegaron con más comida, mi boca se hizo agua cuando la tía de David trajo un postre de tres leches, quería ir directo a el y devorarlo pero me contuve, no iba a parecer una glotona. La noche fue pasando entre presentaciones y felicitaciones por mi embarazo, por un momento me sentí abrumada de tener tantas personas tocando mi vientre y diciéndome todo lo que pasaría cuando naciera. No me gustaba, no quería que me tocaran tanto o me abrumaran con cosas que aun no pasaban.

- Gracias- susurró la madre de David cuando nos encontrábamos "solas".

- ¿Por qué?- pregunté.

- Hace muchos años que no era así de cercana con mi hijo, que no hacía esto junto a nosotros- miró al igual que yo donde David intentaba hacer bailar a su tía que ya estaba bastante alcoholizada- después de que el conociera a esa víbora, tuve que alejarme de él, su actitud había cambiado ya no era mi niño, era diferente... le temía- su vista estaba perdida en un punto fijo, supuse que estaba recordando aquello que me contaba.

- David también llegó a asustarme- digo llamando su atención- él me golpeó, me gritó y me hizo sentir horrible- Elois, la madre de David me miró con sus ojos como platos, pero antes de dejarle decir algo hablo-David es insistente, después de que le dije que estaba embarazada hizo de todo para traerme de vuelta, tampoco se lo puse tan difícil, al final de todo llevo parte de nuestro amor dentro de mi.

- David no pudo haber escogido mejor mujer que tú- me abrazó con delicadeza y volvió hablar- mi hijo solo necesitaba alguien que lo enseñara a amar como se debe, no como lo hizo ella- asentí.

Cuando faltaban solo diez segundos la cuenta regresiva empezó, algunos gritaban mientras que otros se abrazaban llorando, cuando todos gritaron feliz navidad mis lágrimas salieron a flote, era el primer año que no estaba cerca de mis padres pero de alguna forma mis lágrimas no eran de tristeza, al contrario, eran de plena felicidad al saber que estaba junto a la persona que de alguna manera u otra amaba con todas mis fuerzas.

- Te amo Alexa- mi corazón dio un vuelco, esas palabras nunca me las había dicho.

- Y yo a ti- beso mis labios tan dulce que mi corazón se derritió, pero más lo hizo cuando se agachó hasta mi vientre y le susurro.

- Mi pequeño campeón, prometo amarlos y cuidarlos con mi vida.

Gracias de verdad muchas gracias por su apoyo me encanta ver sus comentarios 😚🙌

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora