Capítulo 10

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Después de llorar un poco más y de señalarme tantas veces como una estúpida, porque yo misma me lo había buscado, yo misma había decidido aceptar algo con este sujeto sin medir realmente lo que eso conllevaba. Dormí en el sofá, no quería estar cerca de David ni siquiera un segundo, quería largarme de este lugar pero él tenía mi pasaporte y demás documentos por lo que la idea era casi que imposible. Al despertar él estaba sentado en otro sillón, me miraba directo a los ojos como si nada hubiese sucedido, no aparte mi mirada, no quería que pensara que lo que me había hecho lograba afectarme.

- ¿Cómo podré mirarte a los ojos?- pregunté con rabia.

- Como me estas viendo ahora mismo- ¿podria ser mas idiota e insensible?- ya te dije que lo lamentaba, ahora actúa normal. Y nada de lo que paso aquí a otra persona.

Mi cara enrojeció en pocos segundos, la lámpara que estaba a mi lado hacía que mis manos picaran por tomarla y lanzarsela a la cabeza ¿Como creía que podía actuar normal después de eso? No me golpeo tan fuerte es verdad, pero lo hizo, y ese simple hecho lo condenaba. Me levante furiosa para ir hasta el baño y ver si había dejado alguna marca. Mi mejilla esta algo rojiza, pero no habia ningun morado en ella. David no tardó en llegar hasta el umbral de la puerta pero se la cerré en la cara.

Después de tomar una ducha y de corroborar que el no estaba en la habitación, salí del baño, me puse mi ropa interior de forma rápida, tome un vestido playero de color menta que me llegaba a mitad de los muslos y unas sandalias bajas, peine mi cabello en una coleta y me maquille para tapar el tono rojizo que había en mi mejilla. Solté un suspiro una vez estuve en el living, no habían rastros de mi amiga y enserio lo agradecia, quería disfrutar un poco a solas pero esos planes no parecían ser para hoy. David estaba en una esquina con una canasta, lucia gracioso pero decidí ignorarlo y seguir mi camino.

- ¿A donde crees que vas?- su mano tomo mi codo para detenerme.

- ¿Lejos de ti?- pregunté con una falsa sonrisa que lo hizo molestarse- ¿Qué es eso?

- Vamos a ir a un picnic- negué con la misma sonrisa, no quería estar a su lado ¿Por que no lo entendía?- No te estoy preguntando Alexa, vine aquí para que nos conocieramos y es lo que vamos a hacer, a demás quiero compensarte.

- ¿Tengo opción?- negó- no quiero que te me acerques, tu toque me produce asco y... miedo- lo ultimo lo dije casi en un susurro.

- No digas eso- tomó mis manos entre las suyas con fuerza, sus ojos ya no parecían de hielo, había un deje de tristeza que los hacía ver opacos- Miedo no.

- Es mejor que nos vayamos.

(....)

Estábamos en un lugar precioso, el campo de un verde brillante estaba adornado por pequeñas flores, algunos arboles brindaban un poco de sombra que algunos disfrutaban, las bancas de metal estaban llenas de gente mayor que se dedicaba a darle de comer a las aves, o algunas ardillas que se acercaban. Habían muchas parejas sentadas en mantas de cuadros riendo y besándose, nosotros solo estábamos mirándonos fijamente, sentados sobre una manta de color celeste muy bonita, no decíamos ni una sola palabra, es más no habíamos abierto la canasta ni disfrutado de lo que había dentro, retiré mi mirada un momento. Suspire para que entendiera que esto empezaba a aburrirme, pero al ver que no decía nada, decidí hacerlo yo.

- ¿Y bien? vas a hablar o solo te quedaras observando

-De que quieres hablar.

- No lo se, tu dijiste que querías conocerme- se encogió de hombros, bufe irritada y decidí hacer una pregunta al azar ¿cómo iniciaste tu empresa?.

Se quedo en silencio por unos segundos, mi pie empezó a moverse de un lado a otro tratando de quitar el cosquilleo que viajaba por mi pierna por estar tanto tiempo sentada

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora