Capítulo 21

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- ¿Qué haces tú aquí?- dijo molesto, luego me observo a mí pero no estaba nerviosa Austin y yo solo estábamos hablando tal y como él lo había hecho aquella vez con la azafata en privado.

Austin lo observo por unos segundos, sonrió de lado pero no respondió, en vez de eso palmeo su hombro y se despidió con la mano, cuando comprobé que había llegado a su auto fui hasta la mesa para recoger los platos sucios que habían sobre ella, David llegó a mi lado furioso pero no le preste atención, lleve los platos hasta la cocina y empecé a fregarlos junto a los que ya tenía ahí.

- ¿Me vas a ignorar de esa forma Alexa? quiero que me contestes ¿por qué estaba él aquí?- pregunto molesto, le dirigí una mirada fugaz y volví a concentrarme en los platos que estaba lavando.

- Cuando te calmes y quieras hablar como una persona civilizada contestare a todas las preguntas que tengas- me tomo por la cintura haciendo que mi espalda se pegara a su pecho, quise alejarme de él pero su perfume embriago mis fosas nasales haciéndome relajar.

- Lo siento cariño pero tienes que entender que ver a tu ex novio salir de tu casa a las ocho de la noche no deja nada bueno para pensar, sabes lo celoso y posesivo que soy ¿me perdonas por mi comportamiento?- asentí un poco comprensiva, yo actuaría igual o peor si viera a Scarleth salir de su casa a cualquier hora del día.

Después de charlar un rato sobre como nos había ido ese dia me invito a cenar pero negué, ya había comido y no quería engordar, pero él siguió insistiendo a lo que yo le conteste que el hecho de que estuviera embarazada no quería decir que tenía que comer como una hipopótamo pero siguió insistiendo, al contrario de aceptar me ofrecí a hacerle la cena por lo que no le quedó más remedio que aceptar. Después de un rato le serví unos ravioles con la salsa especial que la abuela me había enseñado hacer junto a una copa de vino.

Le pedí disculpas para irme a poner mi pijama ya que la ropa que tenía me estaba incomodando un poco, asintió y corrí hasta mi habitación me cambié rápido con un camisón de color blanco con mis pantuflas de conejito, el teléfono que estaba sobre la mesa emitió un sonido, lo tome verificando que no fuera nada importante. Abrí el mensaje que me había llegado y bufe molesta.

Desconocido (21:17)

¿Qué hace el coche de David fuera de tu casa?, te advertí que David era mío niñita es mejor que te alejes de él y nos des el camino libre, se que el aun siente algo por mi y lo único que lo hace detenerse a dar un paso conmigo eres tú así que mejor aléjate antes de que tenga que hacerlo por mi cuenta.

Apague molesta mi teléfono dude en si contarle o no todas las amenazas de esa mujer pero mejor decidí que no eso nos arruinaría la noche, trate de calmarme para poder acompañar a David en la mesa, al verme sus ojos brillaron como focos, el camisón me llegaba cinco dedos arriba de la rodilla y no llevaba sostén por lo que le daba una buena vista.

- ¿Qué tal todo, te gustó?- pregunté refiriéndome a la comida.

- Está realmente fantástico- dijo pero no se refirió a la cena, sus ojos escanearon mi cuerpo de arriba-abajo, lamió sus labios- ¿Qué me darás de postre?, porque si no tienes nada en mente yo sé que es lo que quiero comer- volvió a relamer sus labios dejando un pequeño mordisco en su labio inferior.

Lo miré boquiabierta jamás me había dicho palabras como esas, se levantó de su asiento y caminó hasta mí con su típico caminar felino, sin perder ninguna oportunidad se abalanzó sobre mi boca con exigencia, sus manos viajaron hasta mi cintura pegándome a su cuerpo, sentí su erección en mi vientre y sin poderlo evitar un gemido se escapo de mis labios dándole paso a su lengua, cada toque era una descarga que viajaba por todo mi cuerpo.

Esta vez sus manos viajaron hasta mi trasero dándole un pequeño apretón lo que me hizo volver a gemir, sonrió con picardía al saber que era él quien me hacía sentir de esta manera, el calor se expandió por todo mi cuerpo. Empecé a quitar su saco y corbata mientras el subía de a poco mi camisón, desabroche su camisa rápidamente y volvió a sonreír.

- estas muy ansiosa- asentí, para que negarle que cuando estaba con él mi parte lujuriosa estaba siempre dispuesta a hacer lo que él quisiera.

Me levanto por los muslos subiéndome a la mesa, sus manos viajaron a mi entrepierna una de sus manos se introdujo entre mis bragas mientras que la otra se quedó en uno de mis senos, jadee y curveé mi espalda al sentir sus dedos acariciar mi parte sensible y brindarle atención, cuando me di cuenta el camisón no estaba en mi cuerpo ahora se encontraba en el suelo junto a los pantalones de David, mire su erección que estaba dispuesta y palpitante en aquel bóxer azul. Su boca tomó uno de mis pezones lamiéndolo y dándole pequeños mordisquitos que enviaban choques electrizantes en la parte correcta, después de dejarlo duro continuo con el otro.

Me encantaba, lo quería ya dentro de mí. al acabar de saborear mis pechos le dio un pequeño soplido haciendo que una corriente invadiera todo mi cuerpo y me hiciera jadear, lo tome por el trasero atrayéndolo hacia mí, captó mi indirecta y se quitó los bóxers se introdujo de forma lenta en mi. Me aferre a su espalda, gimiendo su nombre y gozando de cada embestida que me daba, esta vez todo fue lento pero placentero, mi cuerpo se estremecía al igual que el suyo, después de unas cuantas embestidas mas llegue a mi liberación, David llegó después de dos embestidas mas y me beso con ternura al finalizar.

- Te lo digo y te lo voy a decir todas las veces que sean necesarias, tu eres lo mejor que ha podido pasarle a mi vida- mis ojos se cristalizaron con aquellas palabras pero no llore, la felicidad era lo primordial esta vez.

Lo lleve hasta la ducha para quitarnos el sudor que adornaba nuestros cuerpos, lavó mi cabello y mi cuerpo con tal delicadeza que me causo ternura, le devolví el favor mientras nos mirábamos a los ojos y sonreíamos como dos adolescentes enamorados, al mirar el reloj pude notar que ya era muy tarde, lo invite a que se quedara conmigo esta noche y acepto entusiasmado, no pensé más en la absurda amenaza de su ex novia psicópata, al fin de cuentas solo quería asustarme para que le dejara el camino libre con David pero si creía que por eso yo me iba a alejar de él estaba demasiado equivocada. Cuando nos fuimos a la cama me abrazo y susurro palabras cariñosas a mi oído, quise detener el tiempo para que este momento se quedara así pero no tenia por que hacerlo David estaba realmente poniendo todo de su parte para que volviera a su lado que no dudaba en que algo así pudiera repetirse.

Matrimonio infernal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora