- ¿Como estas?- pregunté en un susurro a David, me observo por unos momentos y se levanto de la cama para ir a la ventana de nuestra habitación.
- No lose- se encogió de hombros- siento que quiero ir y descargar mi frustración con cualquiera que logre sacarme de mis casillas, pero también siento que quiero llorar, gritar y sacar todo lo que tengo metido aquí en mi pecho- me acerque y pegue mi pecho a su espalda.
Hace poco habíamos llegado de darle cristiana sepultura a su abuelo y claramente jamas había visto tan destruido a un hombre, su forma de retener las lagrimas para que nadie viera lo débil que podía ser pero a la misma vez la forma en la que se aferraba al ataúd hacia que a cualquiera se le rompiera el corazón en mil pedazos. Apreté mas mi agarre en su vientre, el entrelazó nuestras manos con fuerza como si temiera que me alejara.
- Hazlo- soltó mis manos para voltearse a verme- si quieres llorar, gritar o patalear incluso hazlo, necesitas desahogarte de alguna forma y no voy a dejar que te muelas a golpes con un desconocido otra vez- me regalo una sonrisa sincera, una que no había visto hacia dos días.
- Te amo ¿lo sabes?- asentí- perdóname Alexa, he estado tan enfrascado con mi dolor que ni siquiera he estado al tanto de ti y nuestro bebé.
- Tranquilo- bese sus labios- estamos bien, es solo que no me gusta verte de esa manera.
Me separé al sentir su teléfono resonar por toda la habitación, maldije porqué sabia muy bien quien era, durante estos días había estado llamando mas de lo que lo estaba haciendo en nuestras vacaciones y me molestaba. David seguía sin decirme nada acerca de ese tema, por más que rogara para que me lo dijera no lo hacia, su excusa siempre era la misma "cariño, la curiosidad mato al gato y no quiero que te pase nada"
Camine lejos de el cuando contestó la llamada sentí mi cuerpo llenarse de ira por aquello, si las cosas fueran al contrario de seguro el ya habría hecho cualquier cosa para que le contará que era lo que estaba pasando. Quise irme de casa a algún lugar para que supiera lo enfadada que estaba sin embargo era un mal momento para él y me necesitaba. Estos dos días estuve a su lado, viendo como se rompía y lloraba en mis brazos, oyendo las anécdotas que vivió a su lado, de lo mucho que lo amaba e iba a extrañarlo, me dolía, lloraba junto a él y solo podía susurrar palabras dulces para calmarlo.
Decidí ir hasta la cocina y ayudarle a Rosita a preparar la comida, por lo menos eso me tendría ocupada parte de mi mente. Dos malditas horas pasaron y el aún seguía hablando con esa mujer, mi paciencia llego al cero, fui hasta la habitación tome el celular y fui de nuevo a la cocina saque el chip y con el mortero lo hice trizas.
- ¡Maldita sea Alexa, estas loca!- suspire cansada sin embargo no conteste pase por su lado chocando mi hombro con el suyo.
Fui hasta nuestra habitación y saque un pequeño bolso que había bajo la cama, tome unas cuantas prendas lanzándolas como cayeran, limpie unas cuantas lágrimas de mis ojos. El aun sentía algo por Scarleth y aunque me lo quisiera negar no podía, sus expresiones lo delataban.
Tome el bolígrafo y escribí una pequeña nota antes de salir por la parte trasera, no había nadie en la cocina y supuse David estaría en su despacho, ordenando que le trajeran un nuevo chip. El taxi esperaba a unas calles de casa, gracias al cielo ninguno de los guardias estaban cerca le dicte la dirección al taxista y este asintió, me sentí mal por salir de casa de esa forma y en las condiciones que se encontraba pero David tenia que tomar una decisión definitiva.
- Señorita, ¿esta bien?- deje de ver por la ventana para ver al hombre moreno que estaba frente a mi.
- Si, no se preocupe- le di mi mejor sonrisa.
- Disculpe que sea tan entrometido pero ¿por qué llora?- abrí mis ojos de par en par, no me había percatado que estaba llorando.
- Son muchas las cosas que me atormentan- limpie mis mejillas.
El taxi se estaciono frente a la casa que me había acogido por mas de tres meses. David no sabia que yo había comprado la propiedad un mes después de que hubiera ido a vivir con él. Deje las cosas sobre un mueble, y me deje caer por un rato en la cama, me sentía frustrada, cobarde e inmadura por huir así, pero ya había hablado tantas veces con David sobre esto, y que no me diera respuestas me afectaba.
Tome un baño descargando la tensión y aquellos sentimientos que me tenían entre la espada y la pared. Quería volver y tirarme a sus brazos haciendo a un lado el tema de esa loca y sus constantes llamadas pero mi otro lado me decía que debía alejarme y dejarlo tomar una decisión,para que todo estuviera claro entre los dos.
(***)
Después de dos días en los que me negué a contestar sus llamadas, donde ignore sus toques en la puerta y en donde cansada le envíe un extenso mensaje al nuevo numero del que me marcaba, diciéndole como me sentía, y que tenía tiempo para pensar mejor las cosas recibí de nuevo su llamada cerca del amanecer.
- Siempre seras tú, por favor no me dejes haré lo que me pidas pero regresa a mi, eres la única persona que pudo armar el rompecabezas de mi vida y quedarse aun sabiendo que no era bueno para ti.
Apreté el teléfono fuerte en mis manos sin poder pronunciar una palabra. Toda la noche había esperado su llamada y lo peor no era que pensara que no iba ha llamarme lo peor era pensar en que el no iba ha escogerme. Salí del trance en el que estaba y por fin las palabras salieron de mi boca.
- Iré, pero necesito el resto de la madrugada para descansar.
En la mañana volví a tomar el pequeño bolso, salí de aquella casa que de ahora en adelante se iba a volver mi escape, salí de casa para tomar un taxi, pero uno de los hombres de David se encontraba frente a mi puerta. Sentía mi corazón galopar de la emoción, podría parecer una estupidez el hecho de sentirme así si solo habían pasado tres noches pero que el me escogiera le daba alegría a mi vida.
Baje rápido del auto con tal entusiasmo que no me di cuenta en que tiempo había comenzado a correr, sentí mi vientre removerse sabiendo que aquella alegría que yo sentía en este momento la estaba sintiendo nuestro hijo. La casa se sentía fría y no solo lo decía por el clima que en ese momento parecía querer helarme los huesos, la energía que irradiaba enserio daba miedo.
- ¡David!- grite a mitad de la escalera.
- ¡Alexa, en el jardín!- su voz me tranquilizó
Camine hasta el jardín llevándome una gran sorpresa, un gran cartel de bienvenida junto a todas las personas que amaba sosteniendo una tarta me hizo querer llorar, me lance a sus brazos y lo abracé con tal fuerza que el mismo se quejó pero no hizo nada para que nuestro abrazó se rompiera. Varios carraspeos nos hicieron salir de la burbuja que habíamos creado exclusivamente para nosotros.
- No vuelvas a irte de mi lado- susurró antes de soltarme- Tú eres lo mas bello que tengo, él mejor regalo de la vida.
- Es una promesa- respondí de la misma manera.
Primero: pedirles disculpas por tardarme tanto, tengo varios problemas personales, y he estado lo suficientemente deprimida para no querer escribir o editar mis historias. Lamento no haberla subido como prometí pero pues no ha sido un buen año para mi, espero puedan entender.
Y Segundo: agradecerles, casi lloro de felicidad al ver los leídos que tiene la historia. Por ustedes hago esto gracias por alentarme 😘
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Matrimonio infernal.
RomancePor mis padres haría lo que fuera, incluso, casarme con aquel hombre de ojos verdes y sonrisa perfecta. Pero alto ahí, él no es mi caballero de resplandeciente armadura. Él es el caballero negro del cuál las damiselas escapan. Portada hecha por @dr...