Caminaba por un sendero lleno de pétalos de rosas y arboles frondosos, el aire era fresco al igual que frío, mis pulmones hacían un gran esfuerzo para respirar pero yo seguía caminando involuntariamente por aquel lugar. A lo lejos pude ver una mujer sentada sobre una roca, me fui acercando mas hasta que vi una gran cascada, todo estaba en un silencio aterrador ni siquiera el ruido del agua al chocar se podía oír, gire mi cuerpo para ir al inició pero el sendero ya no estaba rodeado de arboles sino de una neblina muy espesa, los petalos se convirtieron en espinas que aguijoneban mis pies hasta el punto de dejarlos manchados de sangre.
- No puedes irte- la mujer que seguia sentada sobre la roca se volteo a verme pero su rostro estaba cubierto por un gran pañuelo de seda.
- ¿Quien eres?- mi voz sonaba estrangulada, el aire dejo de ser frio y pesado, mis pulmones respiraron sin tanto esfuerzo- ¿que hago aqui?- pregunte.
- Soy la mayor de tus pesadillas Alexandra- su voz era demoniaca, trate de caminar hasta ella pero no podia, mis pies se habían afirmado al suelo sin siquiera dejar que diera un paso.
Observe ahora mejor el lugar, la cascada era enorme con muchas piedras se me hacia demasiado familiar aquello pero mis recuerdos no encontraban el correcto, cerca de la cascada habia un gran manzano rodeado por pequeños arbustos que conectaban a un bosque, la mujer quito aquel pañielo de su rostro escapando asi un jadeo de mi boca, no podia ser cierto yo estaba yendo en este momento lejos de mi hogar, era imposible que ella estuviera ahora mismo aqui. Es un sueño grito una voz en mi cabeza.
- Hare de tu maldito matrimonio un infierno- dijo ella con una mueca maniaca en su rostro.
- No me importan tus amenazas jamas me alejare de él, ahora somos una familia- dije lo mas dura posible, peeo me sentia fuera de mi cuerpo, ella se acerco hasta mi y le dio una pequeña palmadita a mi vientre haciendo que me recorriera un escalofrio por todo el cuerpo.
- No digas que no te lo adverti.
Vi como se alejaba por el sendero lleno de espinas pero ha ella no parecian causarle ningun daño, de mi entrepierna salio un liquido espeso que corrio por mis piernas. Scarleth grito mi nombre y me dio una mueca maniaca mis manos fueron ha aquel liquido que reconoci como sangre, llore porque aquello no se detenía en vez de eso salia mas de aquel liquido grite con mis fuerzas por ayuda pero ya era tarde una espesa niebla cubrio mi vista dejandome en completa oscurida.
- Alexa despierta, cariño ¿que pasa?- abri mis ojos encontrandome con la mirada asustada de David.
- Ella, David- balbucee aquellas palabras, el me estrujo en sus brazos brindandome proteccion.
- Tranquila cariño solo fue una pesadilla- asenti, mi cuerpo temblaba porque apesar de que mi mente lo dijo a mi me parecio demasiado real.
(***)
En la mañana mientras me cambiaba recorde algunos fragmentos de aquel sueño, no sabia a ciencia cierta si era que mi mente me estaba jugando solo una mala pasado o simplemente me queria advertir de algo.
David se habia quedado toda la noche a mi lado abrazandome y diciendome cosas bonitas para que pudiera dormir, en varias de esas cosas bonitas menciono todo lo que hariamos cuando nuestro hijo naciera, gracias a él pude volver a dormir y no tuve aquella horrible pesadilla.
Fuimos hasta el gran buffet del hotel para desayunar, mi estomago rugia de sobremanera a lo cual ambos reiamos, mi vientre estaba empezando a crecer pero no era mucho, solo lo habia comprobado esta mañana al querer ponerme mis jeans y estos no cerraban.
Nos sentamos cerca de la ventana, el clima estaba nublado pero aun asi el sol se las ingeniaba por salir, David se veia demasiado guapo con unas bermudas color beige, una camisa tipo polo de color blanca y unos converse del mismo color, no pense que David era de ponerse ese tipo de zapatos pero sin importar se veia demasiado bien.
Yo habia obtado por llevar un vestido que se ataba al cuello de color salmon, era ajustado en mis pechos y despues de alli era suelto hasta por encima de la rodilla, mis sandalia bajas completaban el atuando junto a unas gafas de sol que estaban siendo innecesarias.
- Cariño ¿segura que estas bien?- su preocupacion hacia que mi corazon quisiese salirse de mi pecho y hacer una danza frente a sus ojos.
- David creo que te he repetido la misma frase desde que desperte- su rostro se relajo y me regalo una de sus encantadoras sonrisas- pero si te hace sentir mejor, si estoy bien, estamos- sonrei llevando la mano a mi vientre.
- Lo siento, es que aveces creo que me sigues ocultando cosas- asenti, tome su mano y la entrelace con la mia.
- David te amo- aquellos hermosos ojos esmeralda me observaron con ternura- por eso te prometo que no volvere a ocultarte nada.
Antes de que el pudiera decirme algo el mesero llego con nuestra orden, cada uno quedo sumido entre su comida y los pensamientos que revoloteaban en nuestra cabeza, mi mirada viajo hasta una mujer de unos treinta años que le daba de comer a su bebe pero el parecia no querer cooperar con el trabajo que estaba haciendo su madre, el joven que supuse era su papa empezo ha hacerle caras graciosas y pon fin cedio. Una gran sonrisa se plasmo en mis labios al imaginar esa misma escena pero con nuestro hijo, le iba a dar todo el amor que mis padres me habian brindado a mi desde pequeña incluso mas si eso era posible, no me importaba si era un niño o una niña, lo unico que para mi era importante era que mi bebe estuviera saludable y a salvo.
Cuando terminamos fuimos hasta la playa, apenas pisamos la arena el celular de David vibro en su bolsillo, se alejo un poco de mi para contestar la llamada, apesar de que estabamos de vacaciones el no podia dejar de lado sus empresas, aproveche que se habia alejado de mi y camine hasta el agua que estaba helada, no pretendia mojarme pero una ola me impactó haciendo que el agua llegará hasta cerca de mis rodillas, los fuertes brazos de David impidieron que otra ola chocar contra mí pero su mirada llena de enojo y de reproche me hicieron separarme de el.
- Algun dia me mataras con todos tus impulsos- rei, el no lo hizo, volvio a mirarme de forma severa hice un pequeño puchero haciendo que sus labios se curbaran- Te amo Alexa.
- Nosotros tambien te amamos- bese sus labios de forma dulce, el tomo mi cintura acercandome a su cuerpo para profundizar aquel beso inocente.
Me separe por que sabia que iba a pasar si no lo hacia, el primer dia que llegamos no salimos de la habiatacion hasta saciarnos el uno al otro de nuestros cuerpos y aunque no me quejaba hoy queria pasar el resto del dia haciendo cualquier otra cosa que no fuera solo sexo.
Juntos le dimos un paseo a la playa, David no soltó mi mano en ningún momento, juntos compartimos una agradable charla en la que las risas no hicieron falta. Por fin me sentí tranquila, feliz y en paz.
- ¿Alexa te casarias de nuevo conmigo?
ESTÁS LEYENDO
Matrimonio infernal.
Storie d'amorePor mis padres haría lo que fuera, incluso, casarme con aquel hombre de ojos verdes y sonrisa perfecta. Pero alto ahí, él no es mi caballero de resplandeciente armadura. Él es el caballero negro del cuál las damiselas escapan. Portada hecha por @dr...