CAPITULO III: EL CASTIGO

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Nuestro pequeño príncipe caminaba hacia su juicio donde será regañado, criticado, juzgado y condenado por la implacable tía Elroy. El jovén camina con determinación y valentía haciéndose responsable moralmente de las consecuencias de sus actos al lado de su fiel servidor y mejor amigo George, era para el jovén el hermano mayor que siempre quizo tener. A pesar de esta situación hay un pequeño espacio en su corazón en el que alberga un sentimiento de incertidumbre, miedo y desconfianza a posibles acontecimientos futuro, por eso decide hablar con su amigo:

-George podrías quedarte conmigo en todo momento presenciando el regaño de la tía Elroy

-¿quieres qué vea cómo eres reprendido?

-- no exactamente-el pequeño patriarca miro a George directo a los ojos y de manera suplicante le dijo - solo quiero sentir el apoyo de alguien, si eres tú me sentiría reconfortado porque te quiero mucho... Eres el hermano que siempre quise tener

- valla si que eres persuasivo, te agradezco las palabras... - George estaba conmovido por el afecto del joven.

-Entremos no debe tardar la tía en llegar, viste a Elsa, salío corriendo en cuanto nos vío, ya debe haber avisado a la tía de mi llegada.- suspiró de resignación, ya estaba cansado de que cada uno de sus movimientos fueran de conocimiento de la matriarca.

Apenas llegaba a su recamara, para prepararse a estar mas presentable, cuando una imponente mujer entró con brusquedad a la habitación.

- ¡¡¡WILLIAM!! - exclamó con potente voz - que escusa tienes ahora, no es la primera vez que te escapas de esta manera, tu comportamiento no puede ser aceptado, tienes idea de lo perjudicial que es para la familia que descubran la verdad, que con tanto esfuerzo tratamos de ocultar.....- estaba fúrica pero se le notaba en sus ojos rastro de preocupación

- tía comprendo lo que dice pero también usted me mantiene totalmente restringido, y sabe muy bien que extraño mi libertad, solo quiero tener un poco de tiempo para mí, disfrutar de la naturales, ¿¿¿acaso es mucho pedir???

La tía se calmó, se dió cuanta tarde que no estaban solos - George, retirate - ordenó.
-Lo siento madame, pero por orden del señorito William, debo permanecer a su lado.- hablo seguro el frances.

La dama mayor voltió a ver al jovén y confirmo lo que veia en los ojos del menor, se quedó mirando la vestimenta de jovén que estaba algo desaliñado y de pronto se dió cuanta que faltaba algo.

- ¿¿Donde está el medallón de tu padre???- pregunto la matriarca.

Esa pregunta hiso reaccionar al jovén que se puso a buscar en su vestimenta y tarde se da cuanta que lo había perdido.

La reacción del jovén puso en alerta a la tía - William.... donde dejastes el medallón??....-miraba la dama seriamente al jovén que no sabia como responder a la pregunta.  entonces la ira volvió a surgir,- ¿como pudistes ser tan descuidado para perder el medallón??, durante generaciones a sido conservado para el heredero y tú lo perdistes...- La dama se sentó a lado de la cama y se  agarró la cabeza para apaciguar el dolor  que a causa de su ira empezó a sentirse mal.

El jovén no podia decir nada, como justificar la perdida del medallón sin delatar en donde estubo en realidad, decidió quedarse callado, la culpa llego en su interior , acercandose a la dama, se arrodillo a su lado - Tía, lamento lo que pasó, estaba muy distraido, no se donde podria estar...- la expresion del jovén era de tristeza, habia fallado en su deber de cuidar una de las reliquias mas importantes de la familia.

La matriarca estaba decaida, hasta que levantando su rostro, tomó una desición - preparate en 7 dias  viajarás a inglaterra e ingresarás al real colegio san pablo y culminaras tus estudios allí, no permitire una  rebeldía más - distó la dama.

El heredero estabá sorprendido, no esperaba este castigo - Nooo... tía, por favor quedamos que iva a asistir en dos años al real colegio, no puedes adelantarlo.

- lo siento William, ya tome una decicion y vas a acatar lo que  ordené...George cuando estaran  los papeles del traslado???.

- solo 3 dias madame.- respondió de manera neutral.

William se sintió traicionado, esperaba que diera una escusa o que tardaria más, pero George siempre tenia que ser eficiente.
- y los documentos de identidad - pregunto la dama.

- como actual tutor legal del señorito william, llevará mi apellido, asi no será relacionado con la familia.

- mmm ... de acuerdo, en inglaterra nadie lo conoce, pasara desapercibido.

El joven iva a replicar, pero vió en la mirada de George una pequeña chispa que llamó su curiosidad, preguntandose que estará planeando????.

- william, espero que con estos aprendas a asumir tus responsabilidades, me retiro estoy agotada. - la dama se levantó de la cama en la que estaba sentada y dejó en la recamara a ambos caballeros.

El jovén estaba decepcionado de George, creyó que le ayudaria - que hicistes, recién me gané una amiga y tendre que perderla, por que estaré en el viejo mundo.- se quejó.

-creí que estarías felíz???? asi tendrá mas libertad y ademas allá conoceras nuevos amigos...- vió la molestia clamadaven el rostro del jovén - si, por la niña te preocupa, ella estará bien, podras escribirle y conservar su amistad. - le respondió con calma.

- mmm... lo dices en serio??.- preguntó duda.

- aunque es un colegio muy estricto, podras socialisar con jovenes de tu edad, tendras Horas de descanzo, y cada tercer domingo la libertad de pasear por un dia fuera de la aulas del estricto colegio,sin olvidar que puedes escribir libremente cartas a tu nueva amiga sin que la señora Elroy  se de por  enterada.

una sonrisa apareció en el rostro de jovén heredero, era mejor estar allá, que encerrado en la mansión sin poder salir, lo unico que le molestaba era que no podriar volver a ver a su encantadora amiga hasta que regresara y eso seria por 5 años, entonces una idea llegó y mirando a George le dijo.

- puedo salir a despedirme de ella no pude pedirle permiso para escribirle, no seria apropiado que le llegé una carta sin saber mis intenciones, apenas hable un rato con ella... me ayudas???.

George se acerco al jovén y con una pequeña sonrisa inclinó su cabeza respondió - mmm... dejamelo a mí señorito william, no vaya a hacer nada, yo me encargaré de encontrar un buen momento para que te reunas con la pequeña.

William estaba feliz, decidió confiar en él y sin mas que decir decidió ponerse al dia con sus responsabilidades para lograr apaciguar la molestia de la matriarca.

UN DESTINO DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora