UN DESTINO DIFERENTE

CAPITULO 32 : PICNIC Y UNA VISITA INESPERADA

- PERO MAMÁ!!! NO ES POSIBLE QUE NO INTENTES VOLVER HABLAR CON LA TIA ABUELA... NO QUIERO QUE MI ANTHONY ESTE CERCA DE ESA MÚSTIA, EL SERÁ EL FUTURO PATRIARCA DESPUES DEL TIO ABUELO...- eran los gritos y reclamos de la pelirroja, que no podía seguir aislada de la familia Ardley.

El silencio de la sra. Leagan puso nerviosa a su hija, llevaba un buen rato tratando de hacer cambiar de opinión a su madre, sin saber que ella estaba con un fuerte dolor de cabeza,a causa de tanto pensar, tratando de encontrar la manera de volver a acercarse a la mansión Ardley, lo que más quería era hacer pagar la humillación que paso por culpa del médico, pero como acercarse ?? Con que pretextos??.

- ADEMAS... EXTRAÑO A LA TIA ABUELA....- volvió a hablar su hija.

Las últimas palabras de Eliza le dió la idea que necesitaba, para volver a acercarse, ¡ Oh ! Si!! el dr. Castillo se arrepentirá de la humillación. - ve a prepárate Eliza, llama a tu hermano, ambos harán exactamente lo que yo les diga.

Por fin Eliza se sintió triunfante, aún no lograba saber que fue lo que había pasado, pero sabía muy bien que jamás descubriría la verdad encerrada en su hogar,  y que en la mansión Ardley encontraría las respuesta.

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La radiante luz de la mañana, daba a los alrededores de la mansión Ardley una encantadora visión, los jardines estaban reluciente de brillo y felicidad gracias a los cuidado expertos de su cuidador, quién trataba de estar lo más tranquilo posible, fracasando en su intento, mientras los hermanos Cornwell, también procuraban estar lo suficientemente presentables, y cada cierto momento miraban sus canastas de víveres para comprobar que todo esté completo y en orden, pero a pesar de haberlo revisado muchas veces, seguían preguntándose de que se estaban olvidando???. De pronto alcanzaron a ver a la  faltante de su espera, rodeada de sus damas de compañía, y rápido se acercaron a saludarla felices de por fin tener unos momentos con ella en un picnic, y sin perder el tiempo, todos juntos empezaron a caminar directo a su destino, no podían irse lejos, por la petición del padre de su musa, pero al menos estarían en los alrededores del lago que se encontraba cerca de la mansión.

- por fin chicos, no veía la hora de poder salir con ustedes, este lugar es muy hermoso. - alabó nuestra encantadora rubia pecosa.

- es verdad, y es bueno que justo hoy sea un buen día, nuestro picnic anterior se arruinó por la lluvia.- contestó Stear.

- es cierto... Hemos tenido que postergar muestra reunión, por culpa de la naturaleza.- siguió Archie

- pero no sé quejen chicos, mira como se ve hoy...no está hermosa la naturaleza después de haber sido regada con mucho cariño, por los lluvias, estoy seguro que la naturaleza quería que nuestro picnic sea en un día hermoso como hoy.- expresó Anthony.

- ya está todo en orden señorito. - interrumpió Dorothy.

- vamos Candy - reaccionó a tiempo, ofreciéndole a Candy su brazo para que ella se apoyará y caminara a su lado, Candy no vió mal la muestra de caballerosidad de Anthony, mientras que los hermanos  Cornwell lamentaba no haber reaccionado a tiempo, decidieron adelantarse a las mantas mientras veían a Alicia que terminaba de acomodar el resto de los víveres en el manto.

- que bien se ve...- exclamó la pecosa, mientras buscaba entre los víveres lo que más le apetecía comer.- ehh.. chicas el postre está en la canasta???- preguntó.

- no Candy, no hay postre, quizás se olvidaron de agregarlo...chicos???..- preguntó Alicia a los jóvenes.

Anthony voltio a ver a los hermanos. - creí que ustedes se encargarían de la sorpresa para Candy???..