CAPITULO 49 : LA DESILUCIÓN DE ANTHONY

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El atardecer en Lakewood, llegaba a su fin, la pecosa, aún adolorida por el accidente, había decidido salir a buscar a su príncipe de la colina, sabía por su padre que el joven patriarca se encontraba refugiado en el último piso, cuyos pasillos oscuros, la tenían aterrada, y no ayudaba aquellas estatuas de cera que había en los alrededores, sabía que la última habitación del ala derecha se  guardaban los objetos antiguos y que había un reloj muy viejo y escandaloso, y gracias a qué las paredes de la mansión eran muy gruesas, las campanadas eran amortiguadas en la misma habitación. decidió tomar el ala izquierda, pues era el único lugar que mostraba un poco más de higiene, siguió su camino, y poco a poco escucho movimientos en una habitación.
Sin perder la esperanza de que sea el que estaba buscando, dió unos toques torpes y el ruido se dejó de escuchar.

- "Albert?? Eres tú???..."- llamó en voz baja.

De pronto el ruido en la habitación volvió, la puerta se abrió y Candy fue jalada inmediatamente a la habitación.
Un fuerte abrazo la tenía atrapada, pero reconoció a su captor, y sin temor también decidió abrazarlo, sabía todo lo que había pasado, y había llegado a él para apoyarlo.

- "gracias por estar aquí..."- susurró.

- "...entiendo por lo que estás pasando, y quiero que sepas que siempre estaré a tu lado..."- contestó.

Estuvieron un tiempo abrazado, mientras el joven heredero se calmaba, y poco a poco fue soltando a la jóven.

- "cómo estás? Deberías estar en reposo..."-

- "no te preocupes, solo estoy algo adolorida, pero ya me conoces, no puedo estar todo el día en cama." - con un pequeño puchero.

sonrió -" estás lista para tu viaje ??"

- "no quiero ir, el abuelo ... Ya está muy enfermo, y mi abuelita no quiere venir con nosotros, dice que se quedará en casa, para cuando llegue su hora de partir, poder ser enterrada a lado de su esposo e hijo. No me gusta su idea, le pedí a papá que no quedáramos un poco más." - respondió.

- "entiendo... Yo me estare adelantando, quería viajar contigo. Pero después de todo lo que me enterado, no sé si puedo estar cerca de la tía..."

- "ella es inocente Albert."

-"...a estado asiendo movimientos en la empresa sin consultar a los funcionarios, hay malversación de fondos, el dinero a estado complaciendo los caprichos de Sara y sus hijos, se que está arrepentida de complacer a Sara, pero eso a sido una de las causas que a llevado a Sara y los chicos a cambiar tanto."

-" ....no seas duro con tu tía, creyó que estaba haciendo feliz a su hijastra, después de todo no pudo tener familia propia."

Alejándose -" y Rosemary..? yo... ? Que Somos para ella ??.... Somos más familia que lo que es Sara y sus hijos... Pero que a hecho?? Soy testigo de las muchas quejas que le decía a mi hermana por su matrimonio, Vicente decidió mantenerse lejos para evitar los problemas con mi tía, allí está Anthony... a crecido sin su padre por su culpa... y yo...? Encerrado sin poder tener una vida normal como cada uno de mis sobrinos, es justo?..."

Triste -"... no..." - inclino su rostro, mirando al suelo, no sabía que decirle, tenía razón, no era justo. - "pero aún así ella es tu tía, eso no va a cambiar, se que está arrepentida y está vez estará más pendiente de tí, lo sé."

Se acercó nuevamente a ella y levantando su rostro le dijo. -" solo necesito tiempo, y en Inglaterra trataré de calmar mi espíritu, y cuando la vuelva a ver, estare más tranquilo... Prometo que solucionaré mis diferencia con la tía".

Sonriendo - "nuestro señor, estará feliz de tí..."- se levantó de puntitas y le dió un beso en su mejilla, y roja de la vergüenza decidió salir apresurada de la habitación, dejando al joven rubio paralizado de la sorpresa, una vez que la perdió de vista, sonrió, ella le hacía muy feliz.

UN DESTINO DIFERENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora