El sol estaba por ocultarse mientras las nubes mostraban yá su color anaranjado, y el grito de los polluelos en sus nidos habían dejado de escucharse, listos a dormir para un siguiente día, los jóvenes rubios, se había quedado observando el crepúsculo, y antes de que el sol terminara de ocultarse, un grito fuerte los había sacado de su pequeña burbuja.
- ¡¡CANDY!!- su padre, le había dado permiso, salir a conocer los alrededores de la institución, no perderse en ella, llevaba más de una hora buscándola sin hallarla.
Albert de inmediato se dió cuenta de lo tarde que ya era, el tiempo para él fue muy poco, y no queriendo tener al padre de Candy como enemigo, empezó a responder por su ángel.
- ¡¡SEÑOR...ESTAMOS AQUÍ !!!- en seguida ambos empezaron a bajar del árbol, la segunda colina de pony, fué el nombre que Candy le dió, en cuanto él la llevó a conocerlo, recordando también el día que ellos se conocieron.
David al oír la respuesta del jóven, corrió a ver a su hija, siendo testigo de como ambos bajaban del árbol, se preguntó,¿ acaso el jóven fué el culpable de enseñarle tal habilidad a su hija.? Bueno con lo visto, ya tenía la respuesta.
- me puede explicar, su demora jovencito, confié en que la regresaría a tiempo.- fué la queja
- ¡¡Papá!!- interrumpió- es mi culpa, ví el árbol, se parece al que está en el hogar de pony.
- lo siento señor - se disculpó - no volverá a pasar.
El médico aceptó las disculpas y cuando se proponía a retirarse junto con su hija, un extraño sonido le llamó su atención, a Candy se le habían caído dos objetos brillantes y vió a ambos jóvenes recoger inmediatamente los objetos, y acercándose le pregunto.
- que escondes Candy???
- no es nada papá- respondió dudosa.
- disculpe señor, son unos obsequios que le acabo de regalar, no se preocupe.- Albert trataba de desviar su atención.
El nerviosismo de jóven, le dió la alerta, de algo importante, no había logrado alcanzar a ver lo que escondían, pero si alcanzó a escuchar los sonidos de unas pequeñas campanas, y mirando seriamente al jóven le dijo.
- no quiero tener que desconfiar de ti muchachito, o me dicen que es??, o no volveran a verse.???.- los asustó sabía que revelarían la verdad.
- ¡¡PAPÁ!!- la pequeña se asustó, y no queriendo que las cosas se complicarán, rápidamente mostró lo que escondía con celo, bajo la mirada el jóven que tampoco sabía que hacer.
El médico al ver lo que tenía su hija en sus manos se había sorprendido, tenía un medallón y un anillo con el sello de la familia Lancaster, el sello lo había dado por perdido en nueva York, habían sido asaltados, cuando vivían en una humilde vivienda que habían abquirido, gracias a la venta de una de las joyas familiares que tanto él como su amada habían logrado traer consigo, con el único propósito de salir adelante con ellas, pero a unos días mientras él regresaba a su hogar después de buscar trabajo para no llamar la atención, unos hombres los habían estado siguiendo, al llegar fué agarrado desprevenido, siendo testigo de como se llevaban todo lo que tenían en un cofre, y mientras trataba de soltarse, era golpeado por uno de ellos que lo tenía amarrado, de pronto una voz muy conocido lo llamó, al voltear se llevó la sorpresa de ver a quien creyó era su amigo, Charlie Randolph compañero de juegos y estudios, jamás supo por qué lo odiaba, solo sabía que ambos habían estado enamorados de la misma mujer, pero ambos habían hecho un trato, de no interponerse en la decisión de la dama, que ella estaría con quién ella eligiera, y el que no fuera elegido, se irían sin interponerse en la vida del otro. Jamás pensó ganarse el afecto de la dama, y agradecía que ella si hubiera encontrado trabajo, o estaría en problemas junto a él.
Por otro lado, el medallón, miró al jóven y se dió cuenta que cada vez el muchacho mostraba temor, y acercándose le dijo.
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UN DESTINO DIFERENTE
Fanfictioncandy encontrará sus orígenes,y su vida cambiara para darle la dicha de ser felíz con su principe de la colina....